Por Pablo Varela
A pesar de la dura derrota que sufrió el oficialismo y la gobernadora María Eugenia Vidal en las primarias, Juntos por el Cambio logró ser el frente más votado en el distrito de General Pueyrredón, cuya ciudad cabecera es Mar del Plata y que nuclea las localidades de Batán y Sierra de los padres.
Con más de 550.000 electores, este municipio es el tercer padrón de la provincia, detrás de La Matanza y La Plata.
El oficialismo dirimió su candidatura a la intendencia en una interna que tuvo como protagonistas al diputado del PRO, Guillermo Montenegro, (cuya lista aglutinaba a todos los espacios de la coalición oficialista), y a la actual concejala, Vilma Baragiola, que se presentó con una lista pura de la UCR.
Montenegro se impuso por 25.000 votos ante la referente territorial del radicalismo, que además tuvo su paso por el gabinete del actual intendente, Carlos Arroyo.
Con más de 550.000 electores, el Municipio marplatense es el tercer padrón de la provincia, detrás de La Matanza y La Plata.
Mar del Plata reviste una importancia vital para el oficialismo tanto por su peso electoral como por su importancia simbólica: el peronismo jamás se impuso en “La Feliz”.
No en vano, el presidente Mauricio Macri cerró su gira por el interior bonaerense (luego de visitar Bahía Blanca) días atrás, al realizar un acto 360º junto a Vidal, para apuntalar su candidatura en uno de los principales centros urbanos de la provincia.
La candidata del Frente de Todos, es la diputada Fernanda Raverta, una dirigente que proviene del kirchnerismo duro.
Sumando los votos de Montenegro con los de Baragiola Juntos por el Cambio obtuvo el 35%, mientras que el kirchnerismo, sacó 27%, una diferencia nada despreciable pero que en el comando de campaña del diputado PRO, no creen definitiva. Así los explicaron desde su entorno ante El Economista.
Mientras los candidatos del oficialismo obtuvieron mejores resultados en los circuitos electorales del centro de la ciudad, Raverta cosechó una mayor cantidad de votos en la periferia.
La elección que realizó el exintendente Gustavo Pulti, que obtuvo casi el 18% compitiendo con boleta corta, es un dato que en el equipo de trabajo de Montenegro miran con atención. Ante una elección que podría polarizarse sobre el tramo final, el caudal de votos de Pulti podría mermar engrosando los guarismos de Raverta.
Pulti, proveniente del vecinalismo, supo competir adherido a la boleta del kirchnerismo en elecciones pasadas.
El desafío de Montenegro será fidelizar los votos del radicalismo marplatense, al mismo tiempo que esperan mejore la participación en los circuitos en los que el candidato amarillo obtuvo mejores resultados, dado que allí la asistencia de electores estuvo por debajo del promedio total de la ciudad, que rondó el 71%.
Mar del Plata, es la ciudad de la Argentina con mayor promedio de adultos mayores, una franja etaria que mayoritariamente acompaña la propuesta de Juntos por el Cambio.
Desde el entorno de Montenegro deslizaron ante este diario que la campaña de cara octubre buscará identificar al candidato del oficialismo, tanto con la gestión de Vidal, como la de Horacio Rodríguez Larreta.
Al mismo tiempo, creen que la metodología de campaña podría asemejarse mucho a lo que suceda con las estrategias en Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero o La Plata, distritos hoy conducidos por el PRO, pero que tienen además la característica de estar densamente poblados.
Por su parte, en el equipo de Raverta ven con buenos ojos competir contra el diputado PRO, antes que con Baragiola, dado el perfil de los candidatos. Así lo explicaron desde el entorno de la diputada kirchnerista ante El Economista.
