Roberto Lavagna presentó en una conferencia de prensa un programa económico que apunta a “poner dinero en el bolsillo de los argentinos” y que reúne las distintas iniciativas económicas de las que viene hablando durante la campaña. Caracteriza como fracasos a las políticas económicas de los últimos ocho años y a partir de allí trata de construir su candidatura alternativa frente a los que quieren la continuidad de este gobierno o el retorno del anterior.
Lavagna propone un gobierno de unidad nacional que concrete un acuerdo económicosocial que incluya precios y salarios para terminar con la inercia inflacionaria. Insistió en que hay evitar que los precios estén desalineados como en este momento lo están las tasas de interés y la política tributaria. Sostuvo que el gobierno anterior pisó las tarifas generando múltiples distorsiones, mientras que el
actual pisa el tipo de cambio.
En cuanto a medidas puntuales, no hubo muchas novedades: aumento del salario mínimo, eliminar el IVA para algunos productos, acotar el impuesto a las ganancias de los trabajadores e indexación de créditos en función de la variación salarial.
También propone que no gravar la inversión ni que las pymes tributen por las ganancias si las reinvierten y crean empleo.
El exministro sostiene que con esas medidas se puede generar un equilibrio entre los objetivos de expandir el consumo y la inversión que asegure que la economía crezca al 4% por año durante un período largo. Si bien las iniciativas son razonables, y muchas son compartidas por otros sectores políticos, la estrategia de Lavagna parece insuficiente para, al menos, moderar la fuerte polarización que muestra el escenario electoral.
