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Larreta se encamina a la reelección, pero no evitaría el balotaje

Tal como estaba previsto, Macri y Larreta se impusieron en tierra porteña aunque la diferencia fue menor a la esperada

12 agosto de 2019

El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, se impuso ayer en la elecciones primarias de la ciudad de Buenos Aires al obtener el 46% de los sufragios, mientras que el  Frente de Todos, que lleva como candidato a Matías Lammens, cosechó el 32%.

En tercer lugar quedó el candidato de Consenso Federal que mejoró la performance de la tercera vía en tierras porteñas, al obtener el 8%.

Con esos números, Larreta no se acerca a evitar una segunda vuelta,  algo que hasta ahora ha sucedido siempre, aunque las definición será en octubre.

En la candidatura presidencial, la diferencia fue menor. Mientras que Mauricio Macri obtuvo el 43%, frente a la fórmula encabezada por Alberto Fernández que obtuvo el 33%. En el oficialismo porteño esperaban una diferencia mayor, sobre todo teniendo en cuenta que la CABA era uno de los distritos en donde podían recortar el triunfo del peronismo en otras provincias.

En la tierra cuna del PRO, todo se encamina a una segunda vuelta, algo que se logró traslucir en el gesto de Larreta, quien fue el primero de los candidatos del oficialismo en hablar.

Cerca de las 21:30 el jefe de Gobierno dio un breve discurso desde el escenario del búnker, y con un discurso medido siempre haciendo eje en la gestión local, agradeció a cada uno de los espacios que integran la coalición oficialista en la Ciudad.

https://twitter.com/horaciorlarreta/status/1160706486261047296?s=20

“El esfuerzo vale la pena. Juntos estamos haciendo la mayor transformación de la historia de la ciudad”, arengó Larreta y dijo: “En la Ciudad al principio nos costó, pero Mauricio sentó las bases que hoy vemos. Ese mismo camino estamos recorriendo en toda la Argentina, sentando las bases de un cambio”, en clara clave nacional.

La gran novedad de la elección porteña fue la unificación del calendario electoral local con el nacional, algo que no había sucedido nunca desde que se elige jefe de Gobierno. Dicha unificación lo permitió la sanción de un Código Electoral porteño a fines del año pasado.

La idea (que fue impulsada desde Casa Rosada) fue que la buena gestión de Larreta impacte positivamente en la candidatura de Macri, arrastrando votos desde la figura del jefe de Gobierno hacia el Presidente, que sufrió un declive aún en tierras porteñas, a expensas de la frustrada marcha de la economía.

Al mismo tiempo, la oferta opositora logró unificarse potenciando su volumen electoral. Tanto en 2015 como en 2017, el ahora candidato a senador nacional por la Ciudad, Martín Lousteau, jugó por fuera del conglomerado del oficialismo algo que restó votos tanto al PRO, así como a la oferta del peronismo.

La figura de Lammens, logró captar no solo a las distintas vertientes del peronismo y del kirchnerismo porteño, que vieron en una serie de candidatos sus ciclos agotados, sino que logró dar una pátina progresista al mismo tiempo que crítica de la administración kirchnerista.

La estrategia desplegada por el frente opositor buscó captar los votos desencantados de Lousteau, que en las elecciones de medio término logró el 12% de los sufragios, un caudal nada despreciable para quien pudiese capitalizarlo desde la vereda de enfrente a Larreta.

El objetivo buscado es claro: colarse en un balotaje en donde las chances de Lammens podrían potenciarse, tal como sucedió en 2015 con Lousteau.

De ahora a octubre, el oficialismo porteño intentará hacer una campaña enfocada a lo local, tratando de despegarse del escenario económico nacional.

En la categoría senadores nacionales, Lousteau obtuvo 45%, levemente por debajo de Larreta, mientras que lo mismo sucedió con Mariano Recalde con relación a Lammens, dado  que sacó el 31%.

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