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El tratado con la Unión Europea no es una amenaza: es la última oportunidad

Si Brasil, Uruguay o Paraguay avanzan solos (lo que activaría el acuerdo), Argentina perdería otra vez el tren del progreso porque las inversiones y los beneficios del comercio los recibirán esos países. Además, la protección que hoy brinda el Mercosur, en los hechos, se desvanecería.

Jorge Colina 01 agosto de 2019

Por Jorge Colina Idesa

El acuerdo con la Unión Europea genera expectativas positivas, en unos, y mucha zozobra e interrogantes, en otros. Aunque no están dichas las últimas palabras, lo mejor es tratar de abordar el tema con cierta racionalidad tratando de responder las preguntas más relevantes que son las que generan las principales inquietudes.

¿Es pertinente para la Argentina unirse con la Unión Europea?

El comercio entre países es una fuente de prosperidad debido a que las partes se benefician mutuamente al poder producir, innovar y vender con mayor volumen lo que mejor hacen para recibir de la otra parte lo que ella hace mejor. Es un juego en el que ambas partes ganan ya que se produce y se consume lo que cada una mejor hace. En esta perspectiva, cabe preguntarse si de hacer un acuerdo comercial lo más pertinente es hacerlo con la Unión Europea.

Tomando el comercio exterior de la Argentina con los tres bloques más grandes en el periodo 2014 ? 2018 surge que Argentina a la Unión Europea le exportó por U$S 9 mil millones anuales e importó por U$S 11.000 millones, al NAFTA que lidera Estados Unidos le exportó por U$S 4.000 millones anuales e importó por U$S 8.000 millones y a China le exportó por U$S 5.000 millones e importó por U$S 12.000 millones anuales. En suma, lo que se observa es que la Unión Europa es la zona a la que Argentina más le exporta y desde donde importa un nivel relativamente similar. Si bien no son datos concluyentes, en principio, señalarían que la Unión Europea parece el cliente con mejor potencial de las tres grandes zonas globales.

¿Cuáles son los beneficios para las partes?

Para aproximar una respuesta, sirve observar los niveles de “proteccionismo” hoy vigente. Según un estudio de CREA, la Unión Europea aplica 292 barreras técnicas al comercio agrícola con Argentina mientras que tiene un arancel de importación de apenas 4% a los bienes industriales. Argentina, por su parte, aplica sólo 5 barreras técnicas al comercio agrícola con la Unión Europea, pero tiene un arancel de importación a los bienes industriales de 32%.

Esto significa que con el comercio liberado la producción agroindustrial argentina, que se genera fundamentalmente en el interior del país, tendrá muy mayor acceso a un mercado que es diez veces más grande con salarios que son diez veces más altos que los de Argentina. Para la Unión Europea implica que sus bienes industriales tengan mayor acceso al Mercosur.

¿Cuál sería el mayor riesgo para la Argentina? Que los círculos empresarios locales que se sientan amenazados y la dirigencia política argentina intenten dilatar la puesta en funcionamiento no aprobando el acuerdo en el Congreso.

¿No implica esto un riesgo para la industria argentina?

Si no se hace nada, es un riesgo. Pero si se empieza a trabajar desde ya con las empresas industriales de origen europeo, instaladas en el país, para planificar y apuntar a formar parte de sus cadenas de valor, lo que aparenta ser una amenaza para la industria argentina sería la oportunidad de modernizarse a fin de alcanzar nivel mundial. La mejor estrategia no es defenderse, sino promover a la industria nacional a formar parte de las cadenas de valor de las empresas europeas.

¿Por qué la Unión Europea coloca cuotas a ciertos productos agroindustriales?

Seguramente que es una forma de viabilizar el acuerdo dentro de la Unión atenuando los intereses en contra de los productores agroindustriales europeos. De todas formas, cabe señalar tres cosas. Una cuota arancelaria implica una reducción en el arancel en la cantidad acotada, superada dicha cantidad se abona el arancel normal. Asimismo, las cuotas vienen a sumar, no reemplazar, las cuotas existentes. Finalmente, las cuotas están acotadas a un grupo reducido de productos donde además están definidas por encima de las actuales exportaciones argentinas.

¿Cuál sería el mayor riesgo para Argentina?

Que los círculos empresarios locales que se sientan amenazados y la dirigencia política argentina intenten dilatar la puesta en funcionamiento no aprobando el acuerdo en el Congreso. Cabe señalar que hay una instancia de aprobación provisoria por la cual, una vez aprobado por el Parlamento Europeo, si un país individual del Mercosur lo aprueba en su Congreso, el acuerdo se pone operativo en ese país. El riesgo entonces es que Brasil, Uruguay o Paraguay vayan adelante individualmente, lo que implicaría para Argentina perder otra vez el tren del progreso porque las inversiones y los beneficios del comercio internacional los recibirá el país que apruebe el tratado. Será además el último tren que pierda porque hasta la protección que hoy brinda el Mercosur, en los hechos, se desvanecería.

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