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Dólar y tasas firmes, Bolsa mejor y bonos pinchados

El mercado siguió reacomodándose. El mayor problema son los precios nuevos que van llegando a los supermercados. Y el dólar siguió escalando, con el BCRA perdiendo reservas, y con tasas más altas. La Bolsa recuperó apenas, pero los bonos siguen cediendo, con todo tipo de rumores.

14 agosto de 2019

Por Luis Varela 

Con la población acomodándose a la reacción que tuvo el mercado, con las empresas colocando los precios frente a la nueva situación y con el Gobierno preparando una batería de medidas para intentar controlar el cimbronazo y recuperar terreno electoral, el dólar volvió a subir ayer un nuevo escalón, con las tasas de interés muy firmes, los bonos deslizándose hacia abajo, pero con la Bolsa recuperando algún terreno.

La situación externa fue ciertamente tranquilizadora. China cedió y bajó el valor de su moneda de 7,055 a 7,03 yuanes por dólar. Y frente a eso el dólar estuvo mejor en el mundo, las bolsas del exterior se recuperaron y los metales preciosos (que venían hirviendo) retrocedieron un escalón. En el exterior, de hecho, el dólar subió 1,4% contra el yen, mejoró 0,4% contra el euro y avanzó 0,1% contra la libra, no cambió de precio en Chile y bajó 0,5% contra el real y 1,2% contra el mexicano.

Pero en Argentina el billete verde siguió escalando. El tipo de cambio minorista oficial subió $ 1,03 hasta $ 58,33, el blue cerró sin cambios en $ 57 y hubo un salto de $ 2,80 pesos para el dólar mayorista, hasta $ 55,80, con el Banco Central vendiendo hoy reservas por US$ 150 millones, pero perdiendo reservas efectivas por US$ 690 millones por operaciones anteriores por lo que le quedan US$ 65.042 millones. Con todo esto, el dólar futuro para fin de año pactado en el Rofex terminó a casi $ 77 por dólar.

Y, en base a todos los movimientos externos y al desequilibrio interno, también hubo grandes variaciones contra otras moneas. Medidas en pesos, la libra subió $ 2,99 hasta $ 66,99, el euro subió $ 2,65 hasta $ 62,08 y el real subió 72 centavos hasta $ 14,02.

Por supuesto, el cimbronazo cambiario está afectando, y mucho, los negocios con tasas de interés en pesos. El Tesoro suspendió las Letes a marzo pero siguió adelante con la licitación de Letes a noviembre, ya que los costos pos elecciones son ciertamente absurdos. Ayer mismo, la tasa de las Leliq siguió firme: el BCRA le pagó a los bancos 74,84% anual promedio y 75% anual de máximo. Y, en base a ese cambio, la tasa de los plazos fijos subió a 51% por plata chica y a 58% anual por plata grande, con máximos del 59% en algún banco oficial.

Mientras tanto, el Gobierno trabaja aceleradamente para tomar medidas que aplaquen en la población el impacto de la suba del dólar.

El gran tema en el mercado fue el reclamo al ganador de las PASO. Los votantes quieren que Alberto Fernández explique como hará para bajar la tasa de las Leliq, que en realidad son el stock de los plazos fijos que las familias tienen depositadas en los bancos. También quieren saber como hará para repartir gratis los medicamentos entre los jubilados. Y, de última hora, pretenden que Sergio Massa explique ese rumor que se le endilga, con la intención de colocarle un impuesto a los que tienen capitales depositados en cuentas del exterior.

Con esas serias dudas, los bonos siguieron barranca abajo. En promedio, perdieron ayer otro 12%, con lo que acumulan una caída del 30% junto con lo perdido el lunes. Ayer, los títulos públicos siguieron operando doble volumen, con el 84% de lo negociado en bonos concentrado en cuatro papeles: AY24 65%, AO20 7%, TC20X 6% y TC21X 6%. Así, en los extremos, hubo alzas del 2% al 5,7% para los bonos PBY22, TVPP, BPMD, PARY, PR13, BD2C9, BDC20 y PUO19. Y derrumbes del 15% al 43% para los bonos TC21Z, TC20C, TC21X, C27DD, BPLDC, TC20, AA22 y A2E7D.

En el exterior las bolsas abrieron el día con rojos en Europa y sobre todo en Asía, con Hong Kong cayendo 2%, pero al final del día hubo subas de entre el 1,4% y 2% en los índices de la Bolsa de Nueva York, avance del 1,4% en San Pablo y caída del 1% en México.

En la Bolsa de Buenos Aires el oleaje fue tremendo. Con $ 2.793 millones operados, el índice S&P Merval recuperó nada menos que 10,2%, con el 85% de lo negociado en acciones transado en doce papeles: G.F. Galicia tuvo el 22% de los negocios, YPF el 11% y con Tenaris y Petrobras Brasil el 9% cada una.

En los extremos se observaron repuntes del 15% al 41% para Grimoldi, Havanna, Capex, Mirgor, San Miguel, Telecom, Aluar, Francés, Phoenix, Macro, Loma Negra, Camuzzi, Irsa, Supervielle y TGS. Con caída del 10% para Rigolleau, y bajas del 1% al 6,8% para Río Preferidas, Celulosa, Richmond, Gas Natural, Polledo, Quickfood y Ferrum.

Al tiempo que los ADR argentinos tuvieron resultados mixtos en Nueva York, con subas del 1% al 8,8% para TGS, Ternium, Irsa I, Telecom, YPF, Macro, Galicia, Globant y Tenaris; y caídas del 2,1% al 2,8% para Edenor e Irsa P.

Finalmente, siguieron los movimientos intensos en las commodities. Hubo un salto del 4,2% para el petróleo que llegó a US$ 57,10 dólares por barril. Los metales preciosos en baja: el oro bajó 0,7% y la onza de plata cedió 0,8%. Hubo un repunte en metales básicos: el cobre subió 1,8%, el aluminio mejoró 1% y el níquel creció 0,5%. En Chicago: la soja subió 1,1%, el trigo terminó sin cambios y el maíz bajó 5%. En Rosario: el maíz se desplomó 9% y el trigo bajó 5,3%, con el girasol sin cambios y sin negocios en soja. Y el Bitcoin cedió otro 4,3%, con pérdidas similares para el resto de las criptomonedas.

***

Los costos económicos de la grieta

En cualquier país del mundo, en los días siguientes a elecciones en las cuales el candidato ubicado más a la izquierda le gana al colocado más a la derecha, las acciones bajan y la moneda local se desvaloriza. Por eso, lo que está ocurriendo en Argentina no sería extraño si no fuese por la magnitud del derrumbe de los activos, que no se registra en ningún otro país del mundo ante una circunstancia similar. Es probable que los antecedentes del kirchnerismo contribuyan en este caso a agravar la preocupación de los mercados, pero también influye la grieta.

En la política argentina hay poco diálogo entre sus principales actores y faltan algunas pautas mínimas a las que todos se comprometan a respetar. Por eso, frente a un proceso electoral, todo es incertidumbre y la volatilidad es extrema. En esta ocasión, el sistema electoral tampoco ayuda porque hay un presidente que es candidato a la reelección, pero que tiene mínimas chances de ganar y un candidato opositor que se impuso ampliamente en las primarias y todo indica que volverá a hacerlo en octubre pero mientras tanto, formalmente, no tiene cargo alguno. ¿Cómo iniciar una transición si todavía no se realizaron las elecciones? Además, la grieta se sentirá también después del 10 de diciembre.

Argentina necesita terminar con la inercia inflacionaria y eso requiere un amplio acuerdo entre diversos sectores. ¿Cómo encarar esa tarea luego de un proceso electoral signado por la grieta? El conflicto está en la naturaleza de la política y la polarización es un dato en casi todos los países del mundo, pero en Argentina aparecen exacerbados con los costos económicos asociados que toda la sociedad padece en estos días.

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