“No a los malos de antes ni a los malos de ahora que han decepcionado al pueblo argentino”. Con esa frase, el precandidato a la presidencia de Consenso Federal, Roberto Lavagna, cerró ayer el primer tramo de la campaña para las elecciones primarias del domingo, con un objetivo primordial: romper la creciente polarización entre el frente que encabeza Mauricio Macri y el liderado por Alberto Fernández. En esa línea, Lavagna ratificó su decisión de “formar un gobierno de unión nacional”.
El economista estuvo acompañado por el precandidato a vicepresidente y gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y los principales dirigentes del sector en el escenario, en el marco del acto que se hizo en el Centro de Exposición Miguelete, ubicado en el partido bonaerense de San Martín, un enclave industrial pyme que en los cuatro años de gestión de Cambiemos, se ha visto afectado por el rumbo de la economía.
En el inicio del acto, el economista señaló: “Estamos a setenta y dos horas de las PASO. Creo que lo primero que debemos hacer es una constatación: aquí están las primarias y aquí está Consenso Federal. Ustedes saben las dificultades que hemos tenido: no nos quieren porque luchamos en contra de la grieta”, reflexionó.
El precandidato a la presidencia sostuvo que “en lo político institucional” va a “luchar en contra del 'toma todo'” de quienes “cuando llegan al Gobierno creen que pueden tomar el poder, todo el poder y para siempre”. En ese sentido, prometió “trabajar para empoderar al Congreso de la Nación, para que tenga un papel mucho más claro y decisivo”.
El “piloto de tormentas” de la crisis de 2001, ha hecho campaña poniendo énfasis en la economía machacando siempre con la frase “poner plata en el bolsillo de los argentinos”. Mientras Urtubey se ha dedicado a tener titánica tarea de recorrer las provincias con una agenda federal, Lavagna ha mantenido siempre su eje en lo económico.
En las filas de Consenso Federal dejan trascender que el número al que aspiran para llegar competitivos a las generales de octubre es el de 20%. Sin embargo, todos los sondeos ubican a la tercera vía en torno al 10% en intención de voto, algo que podría dañar severamente sus posibilidades para las generales.
“Aquí están las primarias y aquí está Consenso Federal. Ustedes saben las dificultades que hemos tenido”, dijo Lavagna.
El espacio del medio quedó malamente herido meses atrás, cuando los principales actores de la extinta Alternativa Federal no pudieron ponerse de acuerdo en los mecanismos decisorios para las candidaturas, algo que dejó vía libre para que Lavagna sea el precandidato.
Durante el acto de ayer, también hablaron los precandidatos a gobernador de Mendoza y Buenos Aires, José Luis Ramón y Eduardo Bucca, respectivamente; el aspirante a Jefe de Gobierno porteño Matías Tombolini y el socialista y todavía gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, uno de los principales arquitectos y promotores del espacio desde el inicio del año.
Una de las dificultades que enfrenta el espacio es el bajo nivel de conocimiento de sus referentes en distritos clave como la provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40% del padrón nacional. Tal es el caso de Bucca, quien en medio de un contexto de hiperpolarización no ha logrado instalar su nombre y su caudal de votos que obtenga sea probablemente inferior al cosechado por Lavagna.
Durante el cierre también fue parte de los expositores Graciela Camaño, quien buscará renovar su lugar en la Cámara Baja, y es oriunda del distrito.
Camaño se calificó a sí misma como una “militante no coucheada del peronismo”, y afirmó: “no nos importan los resultados, porque como al junco, nos podrán torcer pero no nos van a romper”, arengó.
