El trabajoso armado que pensaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner antes de integrarse el Frente de Todos y de que esa fuese la fórmula del espacio, con la unidad del peronismo como horizonte, tuvo su materialización más contundente en la foto que el precandidato a presidente logró con la mayoría de provincias en manos de la oposición, y se trasladó también al escenario del acto de cierre con el Monumento Nacional a la Bandera, en Rosario, como telón de fondo.
Estos gestos fueron un fuerte respaldo para la fórmula que competirá el domingo contra el binomio de Juntos por el Cambio de Mauricio Macri y Miguel Angel Pichetto. El peso territorial de los mandatarios provinciales es una llave posible para pensar en una buena performance. Con esa primera foto, por la tarde, en la Universidad Nacional de Rosario, Fernández y los gobernadores firmaron una serie de actas compromiso con tres puntos esenciales: crear una Mesa Provincias En Red, “encender” las economías regionales y diseñar la Agenda de Desarrollo Federal.
“La Argentina que ese viene va a ser gobernada con 24 gobernadores y un presidente, y entre todos vamos a dar vuelta la Argentina. Quiero ser el presidente de una gran Argentina”, dijo Fernández al estampar su firma. “Quiero una Argentina integrada, donde todos puedan nacer, crecer y desarrollarse donde han nacido. Una Argentina que deje de desarrollarse en torno al puerto de Buenos Aires”. El federalismo atravesó el encuentro, con autocrítica implícita, de algún modo, a la última etapa de la anterior gestión kirchnerista.
Entre ellos estuvieron el chubutense Arcioni y el chaqueño Peppo, que compiten con boletas cortas en sus provincias.
“Hoy damos un paso muy importante porque una de las cosas que la política necesita es que el ciudadano entienda que podemos comprometernos y cumplir, que podemos mirarlos a los ojos y no mentirles”, agregó Fernández, entre abrazos y palmadas de los mandatarios. Entre ellos, el electo por Santa Fe, Omar Perotti, que ofició como anfitrión. Santa Fe es, precisamente, uno de los distritos donde el Frente de Todos pretende revertir el resultado del peronismo de 2015, cuando Daniel Scioli fue el candidato.
Además de Perotti estamparon su firma el tucumano Juan Manzur, principal promotor de la precandidatura de Fernández en el norte del país, y el puntano Alberto Rodríguez Saá, eterno rival del kirchnerismo, hoy aliado. A ellos se les sumaron el entrerriano Gustavo Bordet, el sanjuanino Sergio Uñac y el formoseño Gildo Insfrán, todos reelectos durante el primer semestre. Las presencias más esperadas, de todos modos, fueron las del chubutense Mariano Arcioni y el chaqueño Domingo Peppo, que participan con “boleta corta”, sin llevar la fórmula con sus precandidatos a legisladores nacionales.
Además estuvieron dos mandatarios que dejarán sus cargos en diciembre próximo. La catamarqueña Lucía Corpacci, el pampeano Carlos Verna, que decidieron no ser reelectos, y la fueguina Rosana Bertone. El riojano Sergio Casas y el santiagueño Gerardo Zamora, con dos años de mandato, también firmaron el compromiso.
Entre los mandatarios electos también estamparon su firma el fueguino Gustavo Melella y el pampeano Sergio Zillotto. A todos ellos se le sumaron varios precandidatos a gobernadores. Por caso, Axel Kicillof, con su duelo bonaerense con María Eugenia Vidal, considerado clave incluso para las aspiraciones presidenciales, además de la precandidata mendocina Anabel Fernández Sagasti y el precandidato a jefe de Gobierno porteño Matías Lammens.
“Junto a gobernadores, gobernadores electos y candidatos del @frentedetodos de 19 provincias firmamos un acta de compromiso federal. Una Argentina con una distribución más equitativa de los recursos es posible. La vamos a hacer entre todos”, escribió luego Fernández en las redes sociales.
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