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Apuestas por distritos claves en la PBA

21 agosto de 2019

Entre los avances más significativos que logró Cambiemos en las elecciones de 2015 estuvo la conquista de varias intendencias del conurbano bonaerense. Los resultados de las recientes primarias demostraron que todas ellas están en riesgo de perderse. Pero hay dos que pertenecen a la primera sección electoral y que sus intendentes creen poder retener: Morón y Tres de Febrero. Pero para ello, han decidido darle un tono local a sus campañas porque Mauricio Macri perdió ampliamente en ambos distritos. En Morón obtuvo el 33% de los votos contra el 43% de la fórmula del Frente de Todos, mientras que la derrota fue aún mayor en Tres de Febrero 47% a 30%. En ambos distritos, los intendentes, al igual que María Eugenia Vidal, lograron casi 10.000 votos más que Macri.

Darle un tono local a la campaña implica propiciar el corte de boleta y recurrir al llamado voto delivery que implica alcanzarle al votante la combinación entre la candidatura local con la nacional que prefiera. A pedido.

El modelo al que miran muchos es San Miguel, porque en las PASO, Macri obtuvo 53.600 votos, Vidal 62.000 (ambos perdieron) mientras que el intendente de Cambiemos, Jaime Méndez, ganó ampliamente. En el caso de Morón, el candidato más votado del Frente de Todos, el exintendente Lucas Ghi, logró 88.000 votos contra 75.000 que cosechó el actual, Ramiro Tagliaferro. Parece muy difícil de remontar porque los votantes de terceras fuerzas, a los que podría apelar Tagliaferro, fueron alrededor de 30.000 y la concurrencia electoral en las primarias fue del 76%, por lo cual el margen para crecer es acotado.

Distinta es la situación de Tres de Febrero, porque el intendente Diego Valenzuela fue el precandidato más votado, pero quedó por debajo de lo que sumaron entre los precandidatos del peronismo. Valenzuela logró 72.700 votos mientras que el ganador de la primaria del Frente de Todos, Juan Debandi obtuvo 51.900 sobre un total de 97.500. Lograr votos de los que apoyaron a otros candidatos del peronismo y del espacio de Roberto Lavagna es el desafío que enfrenta Valenzuela para retener el distrito.

Por eso, el corte de boleta es clave, porque la boleta presidencial sólo aporta 30 puntos. Morón y Tres de Febrero, por su estructura social, son algunos de los distritos que no tienen un comportamiento electoral tan homogéneo como la mayoría de los del conurbano y cada tanto ganan en ellos candidatos no peronistas.

Entre los intendentes de Juntos por el Cambio sólo parecen tener asegurada su continuidad los de Vicente López y San Isidro aunque también hay diferencias entre ellos. Porque Jorge Macri sacó casi 10.000 votos más que su primo. Gustavo Posse, en cambio, fue el único intendente del oficialismo que tuvo un corte de boleta en su contra ya que obtuvo 83.600 votos mientras Macri y Vidal tuvieron en San Isidro 101.700 y 113.700 sufragios respectivamente.

La avanzada amarilla en el conurbano que se registró en 2015 y que luego de las elecciones de 2017 se supuso que seguiría creciendo, está próxima a quedarse con pocos exponentes porque tampoco Juntos por el Cambio podría retener las dos comunas grandes que ganó en la tercera sección: Lanús y Quilmes.

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