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Adecoagro ve los frutos de su inversión: creció 17% la producción de leche

Desde la compañía explicaron a El Economista que el negocio de arroz y el lácteo fueron los que mostraron los mejores rendimientos.

28 agosto de 2019

Por Manuel Parera

Fue en los primeros seis meses del año, y tras adquirir dos plantas a SanCor. Prevé duplicar su producción y llegar a un plantel de 14.000 vacas en ordeño para 2022.

Junto con el arroz, el sector lácteo fue el de mejor rendimiento durante el primer semestre del año para Adecoagro, la empresa agroindustrial consolidada en la producción de granos, azúcar, energía y arroz, y que últimamente empezó a jugar fuerte en el sector lechero.

Su primer paso fue innovar con un sistema de tambos estabulados ubicados en la ciudad santafesina de Christophersen, en los cuales ya disponen de alrededor de 10.000 vacas de ordeño y una producción de alrededor de 300.000 litros por día, pero el salto grande lo dio con la adquisición, que cerró en marzo de este año, de dos plantas industriales que compró a SanCor (ubicadas en Morteros y Chivilcoy, operación que incluyó las marcas “Las Tres Niñas” y “Angelita”, por US$ 45 millones). Un mes después, anunció su entrada al negocio de consumo masivo con el lanzamiento de la marca Apóstoles (larga vida).

En su último reporte de resultados presentado días atrás, la compañía informó una producción total de 55,5 millones de litros de leche en los primeros seis meses del año, 17,1% más (u 8 millones más de litros) en comparación al primer semestre de 2018. “Este incremento es atribuible al aumento del 17,5% en nuestro rebaño de vacas lecheras. La productividad se mantuvo en niveles muy altos, llegando por día a 35,4 litros por vaca”, destacó el informe. En total, la compañía registró ventas brutas de productos lácteos por US$ 29,7 millones, 90% más que en el mismo período de 2018 (con un beneficio, Ebitda, que creció 50%, a US$ 7,4 millones), apuntalado por un mayor precio de venta promedio, producto de la escasez de leche debido a las condiciones climáticas que afectaron al país, principalmente en abril y mayo.

Desde la compañía explicaron a El Economista que el negocio de arroz y el lácteo fueron los que mostraron los mejores rendimientos, siendo fundamental en ambos casos, los mayores volúmenes de procesamiento y los buenos precios de venta. “En el sector lácteo hemos invertido en el aumento de la producción de leche cruda. Específicamente, el plan contempla duplicar la producción, pasando de 7.000 vacas en ordeño a 14.000 vacas para el 2022. Dicha inversión supone, a su vez, la construcción de dos tambos de alta productividad adicionales. Uno de ellos ya fue construido y está operando hoy al 50% y explica el aumento en producción de leche cruda del orden del 17%”, comentaron.

En cuanto a las operaciones industriales, destacaron que las dos plantas adquiridas a SanCor continúan incrementando

el volumen procesado: “Tanto en Morteros (quesos y leche en polvo) como en Chivilcoy (leche fluida) seguimos trabajando diariamente enfocados en lograr aún mayor productividad y consolidarnos como el productor de lácteos más eficiente del país”.

En términos generales, la compañía cerró un primer semestre “sólido”. Reportó una ganancia en el período (ingresos netos) de US$ 21 millones, cuando el mismo periodo del 2018 había sufrido un pérdida de US$ 10,5 millones (impulsada sobre todo por la fuerte depreciación del peso que le generó un pérdida de US$ 121 millones en los resultados financieros).

En total, registró ventas por US$ 382,1 millones (+2,8%) en los primeros seis meses del año (con un resultado financiero negativo por US$ 17,6 millones), impulsadas por los segmentos de azúcar, etanol y energía, donde se benefició por una mayor eficiencia y baja en los costos de producción de 7,4%, y una mayor expansión de la producción de caña de azúcar: en el semestre alcanzó unas 163.300 hectáreas (+9,5%). “Demostramos ser capaces de lograr buenos resultados aun ante escenarios climáticos adversos, como el impacto del clima seco y la posterior helada que impactó la región de Mato Grosso de Sul, donde tenemos localizado nuestro negocio de azúcar y energía. En todos los segmentos reportamos caídas en costos de producción”, comentaron.

En el caso de los granos y cultivos, el precio promedio de venta a la baja pasó factura (Ebitda se redujo 24,6%, así como las ventas el 6,2%). En total, en la compañía 2018/2019 cultivó un área de 232.238 hectáreas, siendo apenas menor a la campaña anterior, pero con mejores rindes, tanto en soja, maíz y trigo. Produjo unas 805.000 toneladas entre todos los cultivos.

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