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Subirse al podio, ¿el último escalón de Scaloni?

04 julio de 2019

Por Nicolás Piñón

Y ahora? Cómo quedamos? A horas de que un nuevo sueño albiceleste vuelva a quedar decorado en una final de tercer o cuarto puesto intrascendente para la historia futbolística nacional, y dejando a un lado las quejas que el arbitraje de la derrota en Belo Horizonte generó en el plantel argentino y en la Conmebol, será tiempo de balances y, también, mirar para adelante. ¿Se debe ver lo sucedido en Brasil como un vaso medio lleno, o como medio vacío? ¿La selección cumplió las expectativas que naturalmente genera, máxime por tener al mejor jugador del mundo en ella? ¿Deja algo bueno este equipo para volver a confiar en él futuro?

¿Se debe pedir la cabeza futbolística de Lionel Scaloni?

Si los resultados fueron el termómetro de cómo merece ser juzgado el andar argentino en el torneo, cuesta conformarse con lo realizado por el equipo de Scaloni en las casi tres semanas que duró su peripecia en Brasil.

La cuestión acá es blanco-negro, claro: siendo Argentina, la historia exigía ganar el grupo primeros y más si los rivales del mismo eran Colombia, Paraguay y Qatar, selecciones de menor jerarquía que la nuestra. De esa manera, el camino a la final hubiera estado más allanado y el cruce con el poderoso local hubiera sido más adelante, estirando la ilusión hasta el último día.

Sin embargo, el sufrimiento argentino (originado en un funcionamiento colectivo magro y cambios inentendibles de Scaloni) se vivió desde el primer día y la ilusión se hizo cuesta arriba. Bajo esos valores, punto en contra para la Selección. Sin embargo, y analizando un rendimiento colectivo dentro del contexto de lo que es un equipo en formación y un proceso nuevo, vale rescatar que cuando la eliminación argentina en etapa de grupos era un fantasma real, Scaloni se animó a dejar su esquema táctico de lado y apostar por sumar a Lautaro Martínez a lo que producían (o no) Lionel Messi y Sergio Agüero.

De esa manera, el andar argentino mejoró (dejando atrás uno que peor no podía ser) y entregó la sensación final de que el torneo terminará para el DT interino con algo más cercano a un equipo de lo que lo empezó. Esto, aun supeditado al partido por el tercer puesto por jugarse, asomaría como un punto favorable para Scaloni.

Y dentro de ese logro, vale mencionar algunos nuevos valores que seguramente guíen el proceso en los tiempos a venir: Rodrigo De Paul, Juan Foyth, Leandro Paredes y Martínez no sintieron el peso de la camiseta de la Selección y parecen tener una continuidad asegurada a futuro. Giovanni Lo Celso, Marcos Acuña, Franco Armani, Mauro Dybala, Nicolás Tagliafico y Germán Pezzela, aún con discontinuidades, asoman como otras fijas del futuro albiceleste. Mientras que por el lado de los otros históricos (además de Messi, Agüero y Nicolás Otamendi), es difícil saber qué pasará con el “Fideo” Di María, muy por debajo de su nivel en Brasil.

Párrafo aparte para Messi, por supuesto. Al 10 del Barcelona, de gran final de temporada con el club culé, no hay mucho que reprocharle. ¿Que tuvo un torneo más light que de costumbre? Pero apareció en los momentos justos, esos que siempre se le exigen que tenga. En la eliminación con Brasil, cuando las papas quemaban, tuvo su mejor partido del torneo, mientras que contra Paraguay en primera ronda metió un penal clave para evitar un papelón.

Más maduro, ejerció el liderazgo de capitán que tanto se le pide y apuntaló el cambio de nombres (tras reunión con Scaloni) que devino en la inclusión de Martínez como titular con él y “El Kun”, lo que le cambió la cara al equipo. Sí, con un team formado y más aceitado se lo hubiera visto más en “versión Barsa”, seguro. Pero lo que pudo hacer, lo hizo y esta nueva aventura lo reafirmó como más líder que nunca.

Mirando para delante, la Selección juega por el tercer lugar y este 2019 se completará con cuatro amistosos de buen nivel. En septiembre enfrentará a Chile y Méjico y en octubre, Alemania y Portugal estarán enfrente.

El gran interrogante, claro, es que será de Scaloni y su cuerpo técnico. El fusible del cambio de DT es la variante más usada en os últimos tiempos. Paños fríos y ninguna solución drástica, en AFA planean respetar su contrato hasta fin de año para, en 2020, con la Copa América a jugarse en Argentina y Colombia, ir en busca de algún pez gordo.

El candidato principal lleva las iniciales GH. Sí, Gabriel Heinze, hoy DT de Vélez. Es el principal candidato a futuro. También se menciona a Marcelo Gallardo, la esperanza nacional por excelencia, aunque su desvinculación de River no sería tan sencilla como la del Gringo de Vélez.

Por ahora, así quedó el mapa futbolístico e institucional de la Selección a horas de saber si se subirá o no al podio de la Copa América. Un nuevo torneo, una nueva desazón y una mínima certeza: para Scaloni, quedarse con el podio sería casi su último escalón.

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River, con excelente iniciativa

El frío azota el país y la situación no está fácil para muchos. Por eso, el Club Atlético River Plate decidió ayer, junto con Red Solidaria, ofrecer un techo para personas en situación de calle en el mismísimo Monumental. Además, recibió frazadas, abrigo y ropa de los que quisieron colaborar para proteger de los fríos invernales a quienes hoy no tienen techo. ¡Un campeón en todos los niveles!

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