“Durante nuestra gestión, los supermercados rebosaban de mercadería de primeras marcas y ahora aparecen y proliferan marcas que nunca nadie conoció”, dijo Cristina Kirchner ¿Esto es capitalismo? No. Capitalismo era cuando Axel era ministro de Economía”. La polémica que suscitó Cristina Kirchner en Mar del Plata sigue dando que hablar.
El que respondió, ayer, fue Guillermo Oliveto (Consultora W), uno de los mayores expertos del país a la hora de hablar de consumo.
“La expresidenta se agarra de algún dato de la realidad que es cierto y es que en los últimos años han crecido las segundas y terceras marcas por distintas razones”, dijo Oliveto en diálogo con Willy Kohan en Radio Mitre.
“La primera, que frente a la salida del cepo, las compañías imaginaron que iban a salir a dólar de $20 y salieron a $13, y se pasaron de largo con los precios. Después, el impacto que tuvieron las tarifas en los ingresos en los hogares. Hoy, se llevan entre 8% y 10% del ingreso promedio de un hogar. Con transporte y otros servicios, están cerca del 20%. Después, también hubo un elemento por la positiva en 2017 y fue el regreso a la posibilidad de acceder a la vivienda propia”, señaló. “Eso llevó a lo que llamo una 'revolución silenciosa de la sensatez' (?) La síntesis que explica ese nuevo patrón de consumo es 'antes compraba sin mirar y ahora me fijo en todo'. Hay un consumidor más atento, y no sólo crecen las segundas y terceras marcas. También crecen los outlets, las low cost y las marcas del Fast Fashion”, dijo y agregó que las segundas y terceras marcas, así como las propias, “también existían en el kirchnerismo”.
Además, recordó que, en la época kirchnerista, los precios de las primeras marcas “estaban muy pisados” por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Sobre el presente del consumo, Oliveto dijo que marzo fue el peor mes para el consumo y el humor social. Desde entonces, comenzó a mejorar por el dólar estable, la baja de la inflación, la llegada de los sueldos nuevos y los estímulos para el consumo que lanzó el Gobierno. “La gente está volviendo a consumir. Volvió el deseo y la gente está recomponiendo consumo que había postergado. Eso se traduce el humor social y, naturalmente, en la política”, resumió.
