Christine Lagarde oficializó esta mañana su renuncia como directora del FMI, con el objetivo de concentrarse en su candidatura a la presidencia del Banco Central Europeo, de modo que ya no estará al frente del organismo de crédito con el que Argentina tiene un Stand-By Agreement de US$ 57.100 millones.
"Me he reunido con la Junta Directiva y presenté mi renuncia al FMI con efecto a partir del 12 de septiembre de 2019. La renuncia a mis responsabilidades como Directora Gerente anunciada anteriormente permanecerá vigente hasta entonces. Teniendo ahora mayor claridad sobre el proceso para mi nominación como Presidenta del BCE y el tiempo que tomará, he tomado esta decisión en el mejor interés del FMI, ya que acelerará el proceso de selección de mi sucesor", expresó Lagarde.
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Por parte de la entidad manifestaron su agradecimiento hacia Lagarde por "todo lo que hizo por la institución". "Su legado de logros ha dejado una huella duradera en el FMI. Bajo su guía, el FMI ayudó con éxito a sus miembros a superar una serie de desafíos complejos y sin precedentes, incluido el impacto de la crisis financiera mundial y sus réplicas", señalaron en un comunicado oficial y añadieron: "Su administración ha sido excepcional, y estamos agradecidos por su liderazgo innovador y visionario".
La Junta Ejecutiva anunció que tomará cuanto antes las medidas necesarias para avanzar en el proceso de selección de un nuevo Director Gerente. Mientras tanto, destacaron su absoluta confianza en David Lipton, quien continuará como Director Gerente en funciones.
La saliente Directora Gerenta del FMI fue generosa con Argentina y, bajo su mando (y el de Donald Trump en la Casa Blanca, también), el organismo otorgó al país el mayor préstamo de su historia. Muy por encima de lo especulado en la previa y asumiendo una decisión que no debió ser fácil de “vender” puertas adentro. Por el monto y por el deudor, también. Con un fiscalista duro, la situación hubiera sido más difícil. Pero eso ya pasó. La pregunta, ahora, es quien sucederá a Lagarde, porque la relación de Argentina con el FMI recién está arrancando y, aun con una victoria de Macri en las elecciones, algún cambio se deberá hacer en el SBA actual. Obviamente, es mejor tener que hacerlo con alguien receptivo del otro lado.
