Tal como se esperaba, la Reserva Federal (Fed) norteamericana bajó la tasa de interés en 0,25 y la ubicó en el rango de 2% a 2,25%, según informó hoy el vocero del organismo, Jerome Powell, tras la reunión del Comité. En Estados Unidos, la inflación está controlada y el nivel de actividad se desacelera, lo que creó las condiciones que anticiparon esta decisión.
"A la luz de las implicaciones de los desarrollos mundiales para el panorama económico, así como las presiones inflacionarias apagadas, el Comité decidió reducir el rango objetivo para la tasa de fondos federales de 2 a 2-1 / 4 por ciento", indicó la entidad.
Las decisiones de la Fed se encuentran cada vez más condicionadas por el contexto global, ya que si bien el buen desempeño económico de Estados Unidos justifica que tenga tasas más altas, la diferencia con las del resto de los países desarrollados no puede seguir aumentando porque fortalecería aún más al dólar. Es una de las principales preocupaciones de Donald Trump, porque eso genera que las exportaciones estadounidenses pierdan competitividad. De hecho, el presidente norteamericano probablemente quede decepcionado con la reducción de sólo un cuarto de punto, siendo que él reclamaba un "gran recorte".
Powell y otras autoridades de la entidad se situaron en un punto medio en las últimas semanas, señalando riesgos como la continua incertidumbre en el frente comercial, la baja inflación y un debilitamiento de la expansión global, pero reiterando la visión de que la economía de Estados Unidos está en un buen pie.
Igualmente, se mostraron abiertos a considerar una nueva reducción para la próxima reunión de septiembre: indicaron que se "continuará monitoreando" cómo la información de este recorte afecta a la economía, y se "actuará según sea apropiado para sostener una expansión económica récord en Estados Unidos".
