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El BCRA busca la sintonía fina

El problema de liquidez actual de Argentina podría convertirse en uno de solvencia si no se empieza a crecer con rapidez La política, gane el signo que gane, también lo demandará, pero hay que ver cómo se compatibilizan estas demandas con los objetivos del FMI.

17 julio de 2019

Por Guido Lorenzo LCG

El BCRA se enfrentó en estos días, y aún lo tendrá que hacer, a un trabajo quirúrgico. Realizar sintonía fina para saber hasta donde llevar la tasa, cuantos pesos dejar en la economía y decidir como interviene en el mercado de futuros y, también, en el spot. Un dólar descontrolado antes de las PASO definitivamente equivale a tirar por la borda el resto de la campaña.

En esa tónica, y en un país complicado como el nuestro, el BCRA prefirió dejar apreciar el peso, lo cual redunda en una desaceleración más marcada de la inflación. El riesgo de esa estrategia es que si en poco tiempo el dólar vuelve a la zona de $45 la depreciación será superior al 5% y en medio de una campaña se puede volver contraproducente un titular que haga referencia a la “disparada” del dólar. El dólar ya estuvo por un largo tiempo en $45, pero tantos días de tendencia a la baja quizás afectaron al tipo de cambio esperado, que antes estaba más cerca de $50 para las PASO y ahora por debajo de $44. Desde el punto de vista de la economía real, no es un tipo de cambio que se pueda decir que está atrasado. La balanza comercial del sector privado es superavitaria. Alguno podría argumentar que el desplome de las importaciones se debe a la caída de la actividad. Hace cinco años teníamos el mismo PIB real, incluso un PIB per cápita menor y ahora importamos 12% menos en cantidades que en dicho año. Claro que en aquel momento había cepo cambiario y podría sesgar a aumentar las decisiones de importación, y también había barreras no arancelarias a la importación. Es sim

plemente un ejercicio.

El haberse pasado, quizás, con la apreciación nominal de las últimas semanas tiene la contra de haber generado una especie de tendencia que puede revertirse. En nuestra opinión, no hay razones fundamentales desde el tipo de cambio real para que haya un salto discreto de la cotización del dólar. El contexto internacional no debería dar malas noticias, aunque quizás sí aparezca algo de demanda por cobertura previo a las PASO para los más aversos al riesgo.

Creemos que la lateralización del tipo de cambio en un rango en torno a $42-$47 no debería preocupar. Por debajo, quizás incomode desde el punto de vista real y, por encima, quizás recaliente los precios y sitúe la expectativa de depreciación para 2019 en un nivel más alto.

El BCRA tiene que seguir mostrando que tiene el dólar controlado. Aunque no siempre hacia abajo, sino bajo control. La ampliación de poder intervenir en el mercado de futuros que otorgó la última revisión del FMI sumado al respaldo de poder hacer operaciones en el mercado spot nos hace pensar que el año será más tranquilo que lo esperado en materia cambiaria. Todo esto, claro, a costa de una tasa de interés que aún es muy elevada cuando se mira la inflación futura.

Creemos que hay espacio para que la tasa baje con mayor celeridad aunque, por supuesto, será raro verlo antes del desenlace electoral. Difícilmente se necesita una tasa real de dos dígitos positiva para frenar la inflación y, en el margen, va perdiendo efecto la tasa cada vez más elevada.

La contracara de esto es una economía que no tiene mucho espacio para crecer. De hecho, entre las prioridades del programa acordado con el FMI no está el crecimiento a corto plazo, sino en ordenar, realizar las reformas necesarias y luego, sí, pensar en cómo generar crecimiento. El problema con esa estrategia quizás es que cuando toque pensar la estrategia de crecimiento, el sendero de la deuda se haya vuelto impagable. El problema de liquidez actual de Argentina podría convertirse en uno de solvencia si no se empieza a crecer rápidamente. La política, gane el signo que gane, también lo demandará, pero hay que ver como se compatibilizan estas demandas con los objetivos del FMI.

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El consenso para el valor del dólar a fin de 2019 parece ser $46 en un escenario con Mauricio Macri ganador y $70 para un escenario con Alberto ganando, según Balanz Capital. Eso implica una brecha de nada menos que 52%. “A medida que nos acerquemos a las elecciones, el dólar debe aumentar, dado que la tasa será menos efectiva para compensar la prima electoral”, agregaron en Balanz.

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Dujovne en la 60° Asamblea del BID

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, junto al subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, Martín Soto, participaron ayer de la 60° Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En la apertura, Dujovne destacó los importantes logros que posicionan al Grupo BID como un socio clave en el crecimiento sostenible de la región, como el crecimiento en 2018 de la aprobación de operaciones, superior a US$ 13.000 millones, los US$ 4.000 millones para el sector privado desde BID Invest y cerca de US$ 70 millones de Proyectos de BID Lab. “La región está llamada a ser un protagonista relevante del Siglo XXI y el Grupo BID es un aliado estratégico en su camino hacia el desarrollo sostenible”, expresó Dujovne, que hoy estará en Santa Fe para la cumbre del Mercosur.

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