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Reaccionaron las exportaciones y el superávit se afirma

27 junio de 2019

Ayer, el Indec informó que Argentina exportó, en mayo, subieron 16,5% y superaron los US$ 6.000 millones. Un dato positivo porque, hasta ahora, el ajuste externo se debía, más bien, a la caída importadora. De hecho, las importaciones siguieren cayendo (-28%), pero las exportaciones también empujan. Así, el saldo comercial fue suculento: US$ 1.373 millones en mayo. Acumula US$ 4.528 millones y puede superar tranquilamente los US$ 10.000 millones en todo 2019.

Desde Abeceb, dijeron: “El rasgo a destacar es que el crecimiento interanual experimentado por las exportaciones resultó ser el de mayor magnitud en lo que va del año, siendo la primera vez que la expansión alcanza los dos dígitos. Las ventas externas de bienes argentinos encontraron en los mercados asiáticos (Corea, China y Asean) y SACU (sur de Africa) y resto del mundo, el mayor dinamismo. En efecto, las naciones asiáticas explicaron en su conjunto US$ 1.480 millones, destacándose entre éstas las exportaciones a Corea, con un aumento del 442,1%; hacia China, que crecieron 68,3% y Asean, con un incremento del 59,1%, siempre en términos interanuales. Estos resultados contrastan con los alcanzados por los destinos usuales, como lo son el Mercosur y la Unión Europea, que mostraron retrocesos del 4,1% y 20,3%, respectivamente, y representaron el 29,1% del total de las exportaciones”.

El desempeño de las exportaciones, agregaron, estuvo explicado principalmente por el sendero de los productos primarios, que crecieron 61,1% en términos interanuales (tras crecer 18,8% el mes anterior), que representaron el 30% del total enviado al exterior. Las exportaciones primarias vuelven a tomar impulso de la mano de una caída en la estimación de la oferta internacional. Favorecido por mejores precios, los embarques de maíz superan los máximos históricos a la fecha y, en mayo, rondaron las 4 millones de toneladas con destino al exterior.

“Pese a la peste porcina que afecta a China y el sudeste de Asia, la exportación del complejo sojero sale del letargo incentivada también por una recuperación de los precios internacionales: los embarques de poroto y aceite de soja crecen de manera exponencial en el quinto mes del año, mientras que los de harina crecen en volúmenes, pero con una base de comparación muy alta de precio con respecto al mismo mes del año previo”, agregaron.

A su vez, dijeron: “Los productos cárnicos mantienen los volúmenes de exportación de la mano de la mayor demanda china, pero se suman los mejores precios negociados con respecto al mes previo por el envío de cortes de mayor calidad”.

¿Cómo sigue?

“Se espera que en los siguientes meses la caída en las importaciones desacelere levemente gracias a una recomposición de la actividad. La tracción por el lado de las exportaciones esperamos que continúe hasta junio impulsada por el agro, pero será un desafío para la industria mostrar una buena dinámica de este agregado. La caída de los precios de los granos, y de la soja principalmente, afectaron negativamente las proyecciones de exportación para 2019. No esperamos que mejoren las exportaciones a Brasil dada la debilidad que está exhibiendo su economía durante 2019”, indicaron desde LCG. Para 2019, debido a la dureza de recesión y la caída de los precios a nivel global, “corregimos nuestra proyección de importaciones a la baja (US$ 55.000 millones, es decir, -14% interanual), lo que incidiría positivamente sobre saldo comercial”. Su hipótesis es un saldo comercial de US$ 10.000 millones.

“Con un tipo de cambio real cercano a los niveles actuales y una actividad económica con escaso dinamismo para los próximos meses, esperamos que las cantidades importadas continúen su dinámica actual. De todas formas, la clave para el 2019 pasa por el comportamiento del volumen exportado. En este sentido, esperamos un nivel de liquidaciones del agro ampliamente superior a las del 2018, que sería acompañado por un nivel de exportaciones de combustible y energía también más elevado, dadas las expectativas de crecimiento de la producción en Vaca Muerta”, dijeron, a su turno, desde ACM.

“Los primeros cinco meses del 2019 comienza de forma muy diferente a lo que supo ser el comienzo del año pasado. Devaluación y caída de la actividad mediante, el 2019 lleva acumulado un superávit de US$ 4.528 millones, mientras que en el mismo período del 2018 el balance arrojaba un déficit de US$ 4.542 millones, lo que implica una mejora nominal de US$9.070 millones”, concluyeron.

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