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Pesadilla judicial para CFK

El juez Bonadio la procesó por cartelización de la obra pública e irregularidades en concesiones viales, junto a más de cien empresarios. Además, inició el camino para elevar a juicio oral el caso cuadernos

07 junio de 2019

La causa de los cuadernos de las coimas dejó ayer un saldo difícil de digerir para Cristina Kirchner, que recibió la noticia de un nuevo procesamiento en su contra con prisión preventiva y embargo millonario, a lo que se sumaron los primeros pasos para que esa causa llegue a la instancia del juicio oral. El juez federal Claudio Bonadio fue el encargado de firmar las duras decisiones contra la actual precandidata a vicepresidenta.

El nuevo procesamiento dictado por Bonadio contra la exmandataria está ligado a expedientes que se desprenden de la causa de los cuadernos. Se trata de los tramos de esa investigación en los que se analizan irregularidades en la concesión de obra pública nacional y la renegociación de los corredores viales por parte del Organo de Control de las Concesiones Viales (Occovi) entre 2003 y 2007.

Bonadio acusa a Cristina de “cohecho pasivo, reiterado en 1.027 hechos, y admisión de dádivas, reiterado en dos hechos”.

En la parte que trata la cartelización de la obra pública, Bonadio procesó con prisión preventiva a Cristina por los “delitos de cohecho pasivo, reiterado en 1.027 hechos, y admisión de dádivas, reiterado en dos hechos, en calidad de coautora”. Reiteró su pedido de desafuero al Senado Nacional y amplió el embargo en contra de la expresidenta hasta llevarlo a $ 11.502 millones.

Si bien Bonadio advirtió, en su resolución de 678 páginas, que Cristina fue presidenta entre 2007 y 2015, consideró que también participó “en estos sucesos con anterioridad a haber asumido la Presidencia”.

Para procesar a Cristina, Bonadio planteó que el extitular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) Carlos Wagner confesó que existía cartelización y que los funcionarios recibían coimas abonadas por empresarios.

Las declaraciones de los arrepentidos en la causa que se inició con las anotaciones del exchofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno, fueron clave en la resolución de Bonadio.

El juez subrayó que Ernesto Clarens “explicó, sucintamente, cómo era el mecanismo de recaudación -orquestado por Julio Miguel De Vido-, del cual formaban parte las empresas de la construcción más relevantes de este país, al igual que las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional”. El juez agregó que Clarens relató que “las empresas enviaban a sus oficinas a alguna persona encargada de entregar una suma de dinero (correspondiente a un porcentaje de los pagos realizados desde la Dirección Nacional de Vialidad), y luego coordinaba con Daniel Muñoz y/o José Francisco López, la posterior entrega de ese dinero, que tenía por destinatarios, en última instancia, a Néstor Carlos Kirchner y Cristina Elisabet Fernández”.

Según los párrafos de la declaración como arrepentido de Clarens que remarcó Bonadio, “las entregas dinerarias se hacían semanalmente” y alcanzaron una suma “superior a los US$ 30 millones”. El magistrado remarcó que “estos

datos fueron verificados”.

El camino de los delitos que describió Bonadio continuaba con el traslado “del dinero recolectado ilegalmente por la organización en aviones de la flota presidencial a Río Gallegos y El Calafate”, y que el responsable de esos viajes era Muñoz. En ese punto, el magistrado remarcó el testimonio que ofrecieron los pilotos de los aviones Tango, los que dijeron que las valijas que cargaba Muñoz en los aviones no pasaban por controles.

El juez dio los primeros pasos para elevar la causa cuadernos a juicio oral, Nalgo en lo que Stornelli viene trabajando.

Las confesiones de Víctor Manzanares, José López y 25 empresarios fueron otras de las claves con las que argumentó el juez del caso de los cuadernos, que procesó con preventiva también a Lázaro Báez, Gerardo Ferreyra, Fabián De Sousa y Cristóbal López. Sin preventiva fueron procesados los empresarios Wagner, Aldo Roggio, Hugo Eurnekian, Osvaldo Acosta, Juan Chediak, Angelo Calcaterra, Javier Sánchez Caballero y Juan Carlos de Goychoechea, entre otros.

En el tramo por irregularidades en la renegociación de los corredores viales del Occovi, Bonadio procesó a Cristina, a De Vido, y a Claudio Uberti sin prisión preventiva, y a doce empresarios, bajo el mismo régimen. Dictó la falta de mérito para Eduardo Eurnekian, Gerardo Ferreyra, José López y Gianfranco Macri, hermano del presidente Mauricio Macri, entre otros.

Juicio oral a la vista

Ayer, Bonadio completó su faena con otra decisión negativa para Cristina. Dio los primeros pasos para elevar la causa cuadernos a juicio oral, algo en lo que el fiscal Carlos Stornelli (con la ayuda del fiscal Carlos Rívolo) trabaja desde hace tiempo.

Bonadio inició el proceso de elevación de los cuadernos y de causas conexas, al considerar que la investigación en primera instancia está concluida. Sobre el expediente puntual surgido de las anotaciones de Centeno, remarcó que “la investigación en los temas ya resueltos está completa” y “se correrá una vista parcial al Señor Agente Fiscal y a las querellas de modo simultáneo”.

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