En mayo, la variación mensual de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) fue de 2% mientras que la variación de la Canasta Básica Total (CBT) fue de 2,9%. Las variaciones interanuales de la CBA y de la CBT resultaron, así, de nada menos que 61,7% y 61,1%, respectivamente. Difícilmente los sectores de bajos recursos hayan aumentado sus ingresos en esa magnitud y el resultado, lamentablemente, será una nueva alza de la indigencia y la pobreza. El dato “positivo” es que las subas de la CBA y la CBT se moderaron contra los picos del primer trimestre.
Para determinar los umbrales de indigencia (CBA) y pobreza (CBT) se analizan tres hogares.
Hogar 1. Tres integrantes, compuesto por una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años.
Hogar 2. Cuatro integrantes, compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años.
Hogar 3. Cinco integrantes, constituido por un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y un año.
En mayo, el hogar 1 precisó $9.622,49 para superar la barrera de la indigencia; el hogar 2, $12.086,78 y el hogar 3, $12.712,64.
A la vez, y considerando la CBT, el hogar 1 precisó $24.152,45 para superar la barrera de la pobreza; el hogar 2, $30.337,84 y el hogar 3, $31.908,73.
A fines de marzo pasado, el Indec informó que, en el segundo semestre de 2018, el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza fue del 23,4% o 32% de las personas mientras que, dentro de ese conjunto, hay 4,8% de hogares indigentes que incluyen el 6,7% de las personas.
Las cifras del primer semestre de 2019 se difundirán el 30 de septiembre y muy difícilmente muestren una mejora contra el último informe.
