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La travesía hacia una industria argentina 4.0

25 junio de 2019

Por Pablo García, director del INTAL-BID;  Martín Rapetti, director del Programa de Desarrollo Económico de CIPPEC; y Gabriel Vienni, director de Departamentos Técnicos de la UIA

La economía global transita una nueva fase que se caracteriza por la digitalización, la robótica y la conectividad. Tecnologías como Internet de las Cosas, computación en la Nube, Big Data e Inteligencia Artificial, entre otras, refuerzan la importancia de la industria manufacturera a partir de la fabricación de productos personalizados e inteligentes, y de los datos en toda la cadena de valor. Motivados por este nuevo escenario productivo, CIPPEC, el INTAL-BID y la UIA, elaboraron un estudio a partir de una encuesta realizada a más de 300 empresas chicas, medianas y grandes de la industria manufacturera el país.

El análisis revela que la industria argentina presenta una estructura piramidal o de montaña que da cuenta de la existencia de tres tipos de empresas. Un grupo, que son un poco menos de la mitad de las firmas, integrado principalmente por pequeñas empresas, que se caracteriza por poseer tecnologías poco sofisticada. En el polo opuesto, está un pequeño segmento (6%) de firmas que posee tecnologías avanzadas y se mueve más ágilmente frente a climas adversos. Este grupo está conformado especialmente por empresas grandes, multinacionales y que exporta al resto de América Latina. A mitad de camino, el ecosistema industrial argentino da cuenta de un conjunto (45% del total) que posee tecnologías intermedias pero que ya ha comenzado la travesía de adopción de tecnologías de última generación.

Las empresas exportadoras están más cerca de llegar a la cima. El 61% de las firmas más aventajados tecnológicamente son exportadoras. Estas empresas, en comparación con el resto, consideran más importante el conocimiento de nuevas tecnologías para las contrataciones de personal y tienen expectativas menos negativas en cuanto a la reducción neta de personal como consecuencia de la automatización.

El estudio pone de manifiesto el verdadero desafío de la industria manufacturera argentina: cómo romper con la inercia, escalar hacia la cima tecnológica y completar lo que denominamos “la travesía 4.0”. La digitalización industrial es una nueva oportunidad para conseguir una inserción inteligente del país en el mundo. Es hora de que la industria recupere su liderazgo, genere más empleo formal, incremente sus exportaciones, participe en más cadenas de valor y promueva estrategias de innovación. Para ello, se necesitan estímulos y políticas públicas segmentadas que se focalicen en las necesidades y obstáculos de cada tipo de empresa. También se necesita entender que existe la posibilidad de una transformación tecnológica inclusiva, con creación de empleo. Para ello, formar a los trabajadores actuales y futuros en las habilidades más demandadas surge como una prioridad.

La estrategia debería ser generar un círculo virtuoso entre innovación tecnológica y exportaciones. El estudio de CIPPEC, del INTAL-BID y la UIA da cuenta de la importancia de exportar para innovar y de innovar para exportar. Este es el horizonte hacia el cual deberíamos mirar empresas, Estado y sociedad civil para recomenzar la escalada del desarrollo. Una travesía que vale la pena afrontar.

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