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Hace 7 años que las empresas no aumentan el empleo en blanco

03 junio de 2019

El último dato de la Secretaría de Trabajo de la Nación sobre empleo registrado corresponde a marzo y muestra una abrupta reducción en 268 mil puestos de trabajo respecto a igual mes del año anterior. "La principal explicación es la destrucción de empleos asalariados en empresas (con una baja de 161 mil). También inciden los monotributistas (-41 mil) y los monotributistas sociales (-65 mil), muchos de estos últimos dados de baja administrativamente por ser ex beneficiarios de planes sociales. Parte de esta destrucción fue compensada por aumentos en el empleo informal", explicaron desde el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) en un informe sobre el tema.

El segmento registrado incluye a los trabajadores del empleo asalariado privado, el empleo público (nacional, provincial y municipal), el servicio doméstico, los autónomos, los monotributistas y los monotributistas sociales. En total suman 12,1 millones de trabajadores cotizantes a la seguridad social, de los cuales la mitad son relaciones laborales asalariadas en empresas.

Tal como destaca el instituto, una perspectiva más interesante emerge al evaluar los indicadores desde el 2012, que es cuando comienza la publicación de los datos de la Secretaría de Trabajo y coincide con el estancamiento económico que trajo aparejado el fin de la gran bonanza internacional. Según esta fuente, entre los años 2012 y el 2019 los empleados registrados aumentaron en más de 1 millón.

La composición de ese aumento fue:

El empleo público creció en 530 mil nuevos empleados.

El servicio doméstico, los autónomos, monotributistas y monotributistas sociales crecieron en 508 mil trabajadores.

El empleo asalariado privado en empresas creció apenas en 50 mil trabajadores.

"Estos datos muestran que los trabajadores que aportan a la seguridad social se expandieron de manera importante. Pero lo hicieron de la mano del empleo público, el servicio doméstico y el cuentapropismo. Por el contrario, las ocupaciones asalariadas en empresas privadas que cumplen con las normas laborales permanecieron prácticamente estáticas", analizaron.

Según Idesa, los motivos por los cuales hace 7 años que las empresas no aumentan el empleo asalariado en blanco son múltiples: "El primero seguramente es el estancamiento de la actividad económica, ya que si no hay una expansión significativa de la producción difícilmente haya crecimiento de la demanda de trabajadores por parte de las empresas. Pero igualmente importante son las distorsiones en la legislación laboral y de la seguridad social. Hubo un importante cambio a favor de bajar el costo laboral de contratar en blanco, con la implementación del mínimo no imponible a las contribuciones patronales de ANSES y PAMI. También hubo avances parciales tendientes a simplificar y bajar la judicialidad laboral. Sin embargo, las regulaciones laborales siguen siendo muy burocráticas y costosas".

"Que en los últimos 7 años los únicos empleos que se crearon con aportes a seguridad social hayan sido por fuera de la Ley de Contrato de Trabajo y de los convenios colectivos de trabajo, llama a la reflexión. Si bien el adverso contexto macroeconómico y los cambios tecnológicos inducen a las empresas a comprimir su planta de trabajadores en relación de dependencia, es claro que la obsolescencia de las regulaciones potencia el sesgo contra los empleos asalariados", añadieron.

Para concluir, el informe expresa que "aún con las urgencias que impone la crisis, no hay que desatender cuestiones estructurales importantes como las vetustas regulaciones laborales". "No modernizar las regulaciones laborales hará que, aun superando la crisis, permanezca la insuficiencia de empleos asalariados de calidad", concluyeron desde Idesa.

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