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El Banco Mundial bajó sus previsiones de crecimiento para este año

El recrudecimiento de la tensión comercial entre China y Estados Unidos llevó a revisar las proyecciones de actividad

05 junio de 2019

Frente a las tensiones comerciales crecientes, el Banco Mundial prevé que el crecimiento económico global se reduzca al 2,6% en 2019, debido a una disminución mayor de lo esperado del comercio y la inversión al principio del año.

Según las proyecciones, en el 2021 mejoraría la situación y el crecimiento aumentaría levemente al 2,8%, dependiendo de que continúen tasas de financiamiento favorables y de una modesta recuperación en las economías emergentes y en desarrollo.

“Los riesgos se orientan a la desaceleración económica, tales como la posibilidad de mayores tensiones comerciales. Es urgente que las economías emergentes y en desarrollo fortalezcan la resiliencia de sus políticas económicas y sus perspectivas de crecimiento”, alertaron en el informe.

En esa línea, se espera que América Latina y el Caribe crezca un moderado 1,7 % en 2019, lo que refleja las difíciles condiciones que imperan en varias de las economías de la región.

En Brasil, si bien las condiciones crediticias y del mercado laboral se han atenuado, los indicadores de actividad siguen registrando avances lentos. Tanto Chile como México experimentan una desaceleración, y la economía argentina sigue contrayéndose.

“Con excepción de Argentina y Venezuela, la inflación ha sido moderada”, destacó el BM.

No obstante, el comercio de la región continúa expandiéndose, pese a que en los últimos meses las órdenes de exportación se han desacelerado en algunas de las principales economías, en consonancia con el menor nivel de crecimiento del comercio mundial.

Perspectivas

Según las previsiones del Banco Mundial, el crecimiento en América Latina aumentará al 2,5% en 2020, impulsado por un repunte de las inversiones tras un extenso período dedecaimiento. En 2020 y 2021, el crecimiento de las exportaciones netas se reducirá ligeramente, al tiempo que se debilitará la demanda externa y se fortalecerá la demanda de importaciones.

Asimismo, los precios de los productos básicos, tras experimentar un período de volatilidad, se mantendrán estables, contribuyendo así a generar un camino de crecimiento más firme para la región.

En Brasil, se espera que la débil recuperación cíclica cobre impulso y que el crecimiento aumente del 1,5 % en 2019 al 2,5 % el año próximo.

Se prevé que, en 2020, tras dos años de contracción, Argentina volverá a tener crecimiento, a medida que disminuyan los efectos de las presiones del mercado financiero.

En el caso de Chile, la expansión se atenuará hasta situarse en 3,1 %, producto de la desaceleración de la demanda de exportaciones y el endurecimiento fiscal planificado.

En cuanto a los riesgos para la región, son tanto de fuentes externas como internas. Una nueva escalada de restricciones comerciales entre las principales economías, podría incidir en las exportaciones y la inversión.

Además, la desaceleración económica de Estados Unidos podría ser más marcada de lo esperado. Una desaceleración más profunda que lo anticipado en China, el mayor destino de sus exportaciones para Brasil, Chile, Perú y Uruguay, también podría impactar fuertemente en la región.

Por otra parte, entre los peligros que prevé la entidad se encuentran los niveles de deuda pública, que han aumentado a un ritmo constante en gran parte de la región, lo que supone un riesgo si los costos de endeudamiento aumentan de forma repentina.

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