El viernes por la tarde, Sergio Massa, precandidato a presidente por Alternativa Federal, le respondió al Gobierno su convocatoria para consensuar diez puntos en común. "Los acuerdos se construyen con seriedad y responsabilidad, con equipos que se sientan en la mesa con números en la mano. Asumámoslo, los argentinos están viviendo mal. El diálogo no puede ser dividiendo a opositores en buenos o malos, tiene que ser convocando a todos", subrayó y agregó: "Es una tarea que el Presidente en persona debe asumir, que no se puede delegar, para darle confiabilidad a los argentinos que lo están pasando mal".
“Quiero pedirle al Gobierno que sea el presidente quien convoque a todos los lideres opositores sin mezquindad. Si el Gobierno no lo hace, el lunes vamos a sentar a nuestros equipos con todos los del resto de los sectores de la oposición”, prometió el dirigente.
"Sin los temas urgentes sobre la mesa es imposible dialogar", dijo el tigrense, estancado en las encuestas
Asimismo, aseguró que "el Gobierno ha ido incumpliendo cada una de las promesas que hizo en su campaña electoral y el problema más serio que enfrenta tiene que ver con la confianza".
Sobre el llamado a dialogar, manifestó que se trató de una invitación a suscribir al acuerdo, más que a un diálogo. Y en cuanto al contenido de los diez puntos, opinó: "Ese documento no puede no tener a las pymes. No puede no tener los valores de trabajo y producción como centrales. Para eso es necesario que con humildad y sinceridad el Gobierno reconozca su fracaso. Es importante el reconocimiento de ese error para empezar a conducir a Argentina en un camino de desarrollo".
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Aludiendo a los mercados y acreedores aseguró: "A quienes miran Argentina desde afuera quiero decirles que los argentinos no vamos a cometer los mismos errores".
En cuanto a la campaña electoral, dijo: "Hay muchos dirigentes preocupados por las listas electorales, pero pocos por la lista del supermercado, la lista del veraz. Esas son las listas que tenemos que resolver", expresó Massa, a lo que sumó: "Los argentinos no pueden seguir viviendo en la incertidumbre, no hay lugar para la incertidumbre porque genera imposibilidad de desarrollo".
Consultado sobre su vínculo con Cristina, dijo: “Hace mucho tiempo que no tengo la oportunidad de dialogar con la expresidenta. Tuve seis elecciones en lugares distintos y estoy convencido de que hay que construir una alternativa superadora. Pero hoy no estamos para discutir las miserias de la política”.
Ante la consulta sobre una posible reunión con el Gobierno, aseguró que no asistirá a menos que se convoque a todos los sectores opositores: "Un Gobierno que se deja ayudar es un Gobierno que escucha a quien piensa distinto y es tiempo de que nos ocupemos de reunirnos todos los dirigentes que tengamos ganas".
Finalmente, enfatizó que "el diálogo no es eligiendo con quién dialogó, es Gobierno y oposición, es con todos, no pretendiendo dividir para seguir alimentando la grieta" y concluyó: "No quiero pensar mal, que es una trampa electoral como la mayoría de las acciones de este Gobierno".
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La visión de Alfonsín
El viernes también dio su opinión el dirigente Ricardo Alfonsín, uno de los radicales más críticos de la actualidad de Cambiemos. “Me parece bien la convocatoria a un acuerdo sobre aspectos importantes, pero no puede ser un llamado a un contrato de adhesión, ni rechazar la inclusión de temas que no incluye la agenda del oficialismo", dijo en un breve comunicado. “Espero que por lo menos la UCR no apoye una reforma laboral que se funde en la idea de que los trabajadores tiene demasiados derechos, ni una reforma jubilatoria que privatice el sistema ni una política comercial inspirada en una apertura o en una protección tonta de la economía”, dijo, elevando el tono. “A un acuerdo de este tipo no se arriba de una día para otro”, concluyó.
