La Convención Nacional del radicalismo se volverá a dar cita hoy en Parque Norte, para debatir de manera acalorada (tal como lo marca su historia), cual será el rumbo del partido centenario.
Habiendo entrado definiciones en materia de candidaturas, los más de 300 convencionales de todo el país se darán cita con el objetivo fundamental de ratificar la pertenencia a Cambiemos, al mismo tiempo que pedirán modificaciones en los mecanismos decisorios de la coalición.
En los días previos al encuentro, tres eran las posiciones que se negociaban contrarreloj.
Por un lado, la posición mayoritaria impulsada por el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, quien buscaba enviar una clara señal para consolidar Cambiemos, aunque no sin solicitar modificaciones para la toma de decisiones, y sin negar a su vez la posibilidad de ampliar el armado.
La decisión de la convención será observada con atención por el PRO, que hasta ahora no ha dado gestos hacia la UCR.
En segundo término, la posición del gobernador de Mendoza y titular de la UCR Nacional, Alfredo Cornejo, quien juega en tándem con Enrique Nosiglia. Los lineamientos del mandatario cuyano, tenían algunos puntos de contacto con los sectores que defienden con más énfasis la pertenencia a Cambiemos, aunque con matices y reclamos más fuertes de apertura. También hubo declaraciones poniendo duda la candidatura de Mauricio Macri. En la previa, incluso, circuló un borrador con fuertes reclamos que no utilizaba la palabra “Cambiemos”.
La tercera vertiente es la encabezada por Ricardo Alfonsín, que plantea ampliar la alianza hacia sectores progresistas (GEN, socialismo) y llevar un candidato propio a competir en primarias.
Según pudo reconstruir El Economista, los dos sectores mayoritarios alcanzaron un acuerdo durante la tarde del domingo, lo que dejaba en una posición marginal a la línea más crítica a Cambiemos.
Dentro de los puntos acordados, se encuentra la ratificación de Cambiemos, la institucionalización de decisiones en igualdad de condiciones entre los socios de la coalición, convocar a otras fuerzas políticas a participar de Cambiemos (algo de dudosa concreción dado que son muchos los actores políticos que han rechazado públicamente la propuesta), y la creación de una comisión política, que tendrá como objetivo negociar con el resto de los socios de la coalición.
La Comisión estará integrada por los tres gobernadores del radicalismo, Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes), además de dos integrantes del Comité Nacional.
La comisión será la encargada de negociar la plataforma electoral con el resto de los partidos, y en su acción también estará potestad de negociar los armados electorales, entre ellos, la posibilidad de que la UCR complete el binomio presidencial, aportándole a Mauricio Macri un candidato a la vicepresidencia.
Todo lo negociado por los tres mandatarios y los representantes del Comité Nacional, deberá ser aprobado a su vez por los jefes de bloques e interbloques, además de la Mesa Directiva nacional.
Con el acuerdo que fue negociado por Salvador, Cornejo y Jesús Rodríguez, dará un mensaje claro de pertenencia a Cambiemos, aunque sin dejar de reclamar por modificaciones en el funcionamiento.
La decisión de la Convención será observada con atención por el PRO, que hasta ahora no ha dado gestos hacia la UCR, a la espera de la decisión orgánica de sus socios. Al mismo tiempo, aplacará todo tipo de especulaciones y rumores sobre rupturas o incluso o incluso candidaturas que pusiesen en cuestionamiento el liderazgo de Macri. Quién también mirará con atención la resolución de la UCR, será Roberto Lavagna.
El exministro permanecía expectante ante la posibilidad de que al menos un sector dela UCR promoviese su candidatura presidencial, algo que solo terminará en expresiones personales.
