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El cardumen sigue de salida: ¿será ese el camino correcto?

Con el paso atrás de CFK, lo operado en acciones creció 21,4%, pero el dinero transado en bonos se movió poco. Por eso, la Bolsa logró recuperarse a pesar de la baja global. Pero los bonos no reaccionan y el riesgo país está en 900 puntos. Esto sucede se espera una refinanciación de deuda.

27 mayo de 2019

Por Luis Varela 

Sin que ningún anuncio del Gobierno o alguna promesa electoral puedan alterar sus estrategias, los inversores están de salida.

A medida que se acerca octubre , los tenedores de dinero sacan hasta el último dólar del alcance del próximo Gobierno.

Por eso, la merma de reservas del Banco Central continúa: en la primera semana de abril el FMI había entregado el tercer tremo del préstamo en cuotas que está realizando, y las reservas habían llegado a US$ 77.481 millones. Desde ese momento se realizaron varios pagos de cupones de bonos y al Club de París, pero esos dólares, en vez de volver a ser reinvertidos en el país, se fueron a otra parte.

En consecuencia, al viernes pasado quedaron en el Central US$ 65.595 millones. O sea, en los últimos 45 días se fueron de Reconquista 266 nada menos que US$ 11.886 millones, con una sangría de US$ 264 millones de dólares por día.

La salida de dólares se ve incluso en la masa de Letras del Tesoro que coloca el Gobierno. El stock total llegaba a unos US$ 5.000 millones hace un año, pero ahora ese monto se redujo a US$ 1.400 millones.

En el último llamado (del martes pasado) hubo dos Letes, una corta que vence en julio, y con una tasa del 4% anual logró convocar US$ 600 millones de dólares de demanda, y una Lete larga, con vencimiento después del balotaje, que reunió US$ 300 millones, pagando una tasa del 6,2%.

En las últimas cuatro semanas los bonos pudieron recuperar 2%, por lo que el riesgo país cedió de 960 a 903 puntos, pero no logran despegar de manera consistente. Y esa tendencia se registró a pesar de que el dólar estuvo planchado, con una Bolsa muchísimo más entonada.

Con las licitaciones que realiza Hacienda, con el BCRA operando en futuros y con las liquidaciones de divisas de los productores agropecuarios, el dólar se durmió. El mayorista vale $ 44,82 pesos, el mismo precio que tenía hace exactamente un mes. Y el minorista terminó el viernes a $ 46,06 en el canal oficial y a $ 46,15 en el blue, también con precios muy tranquilos, sin que el Banco Central haya operado en los negocios de contado, como ahora sí puede hacerlo.

Y debe hacerse notar que a lo largo de la última semana el único lugar del mundo donde subió el dólar fue en Gran Bretaña, ya que con la renuncia de la primer ministro Theresa May el billete subió 0,1% contra la libra. Pero luego el billete verde bajó 0,3% contra el peso argentino y el yuan, achicó 0,4% contra el euro, perdió 0,5% contra el chileno, 0,6% contra el yen achicó 0,8% contra el franco suizo y se desplomó nada menos que 2,1% contra el real brasileño, donde el billete verde pasó de 4,11 a 4,01 reales.

Y este paso atrás que acaba de tener el dólar (después de que Donald Trump cediera con Huawei) viene luego de un mes de mayo en el que había avanzado con fuerza, con miles de inversores comprando bonos de Estados Unidos, buscando un refugio seguro remunerado, ya que estos papeles pagan en una posición a 10 años una tasa del 2,32% anual (y todo parece indicar que ese rendimiento seguirá bajando).

En suma, después de la baja global que tuvo el dólar en la última semana, en lo que va de mayo el billete verde sube 2,7% contra la libra esterlina, 2,5% contra el real y el yuan, 2,4% contra el peso chileno, 1,5% contra el peso argentino y 0,2% contra el euro. Mientras que la moneda estadounidense baja en mayo únicamente contra otras dos monedas que son consideradas más seguras: pierde 1,6% contra el franco suizo y 1,9% contra el yen.

Con el dólar planchado, y sobre todo con Cristina Kirchner bajándose de la candidatura a presidenta (supuestamente porque no llegaba a ganar el balotaje con ella primera en la fórmula), lo que sí reaccionó fue la Bolsa de Buenos Aires.

El índice S&P Merval subió en la semana nada menos que 5,3% y el Bovespa de la Bolsa de San Pablo ganó 4%. ¿Qué pasó con los otros índices principales? Tokio bajó 0,6%, el Dow Jones de Nueva York achicó 0,7%, Santiago de Chile perdió 0,9%, Madrid 1,1% abajo, Frankfurt y México declinaron 1,9% y el Nasdaq de Nueva York (donde cotizan las em

presas tecnológicas) fue el peor de todos con un descenso del 2,3%.

Con eso, en el balance de mayo (cuando faltan sólo cinco ruedas para terminar el mes) la Bolsa argentina brilla con una suba del 18,6% y todas las demás, absolutamente todas, están para abajo, con descensos que van del 2,7% en Frankfurt hasta 5,7% en el Nasdaq neoyorkino (San Pablo 2,8%, Dow Jones 3,8%, Madrid 4,1%, México 4,4%, Tokio 5,1% y Santiago de Chile 5,2%).

Esta mejora que tuvieron los papeles argentinos fue posible gracias a un tímido aumento en el volumen operado. En la semana anterior a que Cristina se bajara a vice la Bolsa porteña operó en acciones $ 533 millones por día y en la semana siguiente operó $ 647 millones por día, 21,4% más.

Pero eso no ocurrió con los bonos. El volumen sigue siendo bajo y los precios no despegan en igual medida. No importa quien pueda llegar al Gobierno, cada dólar que se cobra, se guarda o se va. Los de Cambiemos dicen que los inversores huyen de Cristina y del peronismo duro. Y se esperanzan en que el peronismo vaya dividido y pierda. Pero por lo que se registra en el mercado, es altamente probable que los inversores también sacaran los dólares incluso con Macri alcanzando la reelección.

Y los inversores no compran bonos en la misma medida que aumentaron la compra de acciones porque suponen que la deuda, los bonos, estarán a la cabeza de los que paguen la boda.

En consecuencia, con el paso atrás de Cristina hubo una buena mejora de valor en las acciones, porque los analistas ven que la recesión está por terminar (los balances de las empresas sufrieron mucho) y las compañías podrán empezar a ganar dinero nuevamente.

Esta semana el test continuará y se verá qué hacen los tenedores de dólares. El Gobierno licitará este martes dos bonos del Tesoro en moneda local a 91 y 273 días de plazo. Se ofrecerán Letras Capitalizables (Lecap) a 91 días a una tasa nominal mensual de 4,25%. Y se reabrirá la licitación de Lecap a 273 días con tasa nominal mensual del 2,65% y de Letras ajustadas por inflación (Lecer) a 91 días. “La licitación se realizará mediante indicación de precio, por sistema holandés de precio único, en la cual habrá un tramo competitivo y uno no competitivo”. En general serán inversiones que emularán el precio del dólar, pero serán en pesos.

Con eso como fondo, los que mueven dinero deben empezar a analizar los portafolios de inversión de enero y febrero de 2020. Siguiendo con atención lo que pasa en Estados Unidos, en China, en Europa y en Brasil (la onza de oro no muestra ningún nerviosismo por todo esto), muchas familias argentinas tenedoras de dinero tendrán dólares guardados en sus casas, en cajas de seguridad o en el exterior. Para enero y febrero toda esa masa de dólares rendirá poco, y en algún momento la ambición hará que el cardumen inicie el próximo movimiento.

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