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El 2019 será otro año perdido para el empleo

14 mayo de 2019

Por Matías Ghidini General Manager de GhidiniRodil y autor de "Mi Trabajo Ahora"

Como consecuencia de una economía que no logra repuntar y en el marco de un año de elecciones, la creciente tasa de desocupación, los despidos y los salarios atrasados son los temas que más preocupan a los argentinos. Para lo que queda de este año, se observa una muy pobre mejora en la demanda de empleo que no sirve para salir del piso donde se estancó.

Así lo muestra la reciente encuesta de expectativas de empleo de Manpower: con una pequeña suba del +1% para el trimestre abril-junio de 2019, versus la caída del -3% de enero-marzo y los lejanos +7% arriba que mostró el índice de abril-junio de 2018.

La historia marca la tendencia. En un año de elecciones presidenciales nunca hubo un crecimiento significativo del empleo en nuestro país. La combinación política-económica-social poco ayuda a torcer este destino. Basta mirar hacia atrás para entender que por el resto del 2019 la foto del trabajo, en esencia, será la misma.

A partir del 11 de agosto, con las PASO, la agenda electoral no tiene casi espacios. Le sigue el 27 de octubre con las elecciones presidenciales y luego seguramente la segunda vuelta el 24 de noviembre. En este proceso muchas empresas prefieren el ahorro de energía a la espera de definiciones. Se suspenden los procesos de cambios y habrá muy pocas decisiones fuertes en materia de incremento de empleados. Inclusive, ante la necesidad de cubrir un puesto, son usuales las búsquedas internas, así como optimizar posiciones y funciones. Y si la vacante supera esta prueba, probablemente será para cubrir aquellas posiciones estratégicas o los inevitables reemplazos que sostienen la operación del día a día.

Es claro que para que se genere crecimiento del empleo privado de calidad es necesaria una reforma laboral seria. Una gran asignatura pendiente. En este escenario político, sin embargo, es muy poco probable que eso suceda. Habrá que esperar entonces para desterrar la industria del juicio laboral, modernizar los vínculos laborales a las nuevas demandas y realidades de las nuevas generaciones, incentivar y promocionar la contratación de aquellos perfiles escasos o el estudio de las carreras que nuestro país precisa para sostener su crecimiento económico.

En resumen, el 2019 será otro año perdido para el empleo. Este año por las elecciones y, los anteriores, por la economía. Lo que preocupa es que desde hace una década en Argentina no podemos generar trabajo de calidad y privado de forma sostenida.

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