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De Mendiguren: “Lo que hace el Gobierno es populismo financiero”

Pablo Varela 07 mayo de 2019

Entrevista a José Ignacio de Mendiguren Diputado por el Frente Renovador Por Pablo Varela

Luego de que el Gobierno se lanzara a la búsqueda de acuerdos para llevar calma a los inversores financieros y dar certidumbre respecto de la capacidad de repago de la Argentina, la gran mayoría del arco político opositor se mostró dispuesto al diálogo, aunque con críticas por el momento de la convocatoria.

“A mí me suena más electoral, que a una verdadera vocación de diálogo”, razonó el diputado y referente en materia de industria del Frente Renovador, en la Cámara de Diputados, José Ignacio de Mendiguren, durante una entrevista con El Economista.

El legislador estuvo el domingo en la Feria del Libro, en la presentación que realizó su colega Martín Lousteau, al presentar “Debajo del agua”, aportando un diagnóstico sobre los problemas estructurales de Argentina, algo por lo que de Mendiguren, viene bregando: “Hay que ver si se convoca para hablar de los problemas profundos de la Argentina o para hacer más transitable el camino hacia las elecciones”, razonó ante este diario.

El Gobierno lanzó 10 puntos para alcanzar un acuerdo con diversos sectores de la oposición. Sin embargo, usted habla de consensos para cambiar “el modelo”.

Cualquier convocatoria es buena, sobre todo por parte de este Gobierno que nunca lo ha hecho y cuando lo hizo lo realizó de una manera muy irregular. Uno cuando cita tiene que tener, sobre todo en este momento de la Argentina, cierta seguridad o guiño de que se va por el buen camino. Estamos de acuerdo con el diálogo, en el cual el Gobierno nunca creyó, y hay que ver que si se convoca para hablar de los problemas profundos de la Argentina o para hacer más transitable el camino hacia las elecciones. Creo que eso no ha quedado claro.

En los puntos del acuerdo sobre los que quiere conversar el Gobierno se menciona el “equilibrio fiscal”, “cumplir obligaciones con acreedores”. ¿Falta una pata para expandir la economía?

En los puntos del Gobierno, no hay una referencia al crecimiento económico, una sola mención al valor agregado, a la generación de empleo, a las exportaciones para generar los dólares y hacer frente a los pagos de deuda. Es un conjunto de enunciados que en el desarrollo va a tener interpretaciones. Nadie puede estar en desacuerdo con tener equilibrio fiscal, ahora eso no es un fin en si mismo. Es un instrumento para un proyecto. Además tenemos diferencias a la hora de pensar en cómo llegar a ese equilibrio fiscal. El Gobierno entiende que es vía el ajuste económico y nosotros creemos que eso es un error porque al ajustar la economía cae el nivel de actividad y llegás al objetivo generando una crisis económica. Un ajuste económico es un ajuste social, aunque un mal ajuste económico, puede ser un caos social.

Nadie puede estar en desacuerdo con tener equilibrio fiscal, ahora eso no es un fin en sí mismo, sino sólo un instrumento.

En materia parlamentaria el Gobierno ha sido efectivo y mantenido diálogo con varios actores de la oposición?

Yo distingo dos etapas. En el año 2016, cuando Sergio Massa lo acompañaba (a Mauricio Macri) a Davos, nosotros actuábamos como péndulo generando el voto para las leyes, le dimos la gobernabilidad que necesitaban y se aprobaron más de 100 leyes. Ya en el 2017, el Gobierno no convoca a ninguna sesión ordinaria, sino a sesiones extraordinarias. Eso quiere decir: 'ustedes van a hablar lo que yo quiero'. 2018 arrancó con tres decretos de necesidad y urgencia, como no hubo consenso para aprobarlos, propusimos votar una serie de leyes en su lugar. Y en el resto del año pasado, tuvimos la menor actividad parlamentaria de los últimos cuarenta años.

¿Usted entiende que el gesto y la convocatoria del Gobierno se inscriben más dentro de una estrategia electoral que del diálogo genuino?

Lamentablemente, por la forma en la que se hizo. A mí me suena más electoral, que a una verdadera vocación de diálogo. El Gobierno va quemando etapas y no se logra la credibilidad en esas medidas. Que es el gran déficit que hay hoy, de credibilidad. No solamente interno, sino también externo.

¿Usted entiende que Cristina Kirchner y Unidad Ciudadana, deberían estar incluidos en el acuerdo?

Nosotros comprendemos que el Gobierno está en el plan económico que es 'llegar'. Necesita tener deternibado tipo de cambio y para eso va actuar sin importarle los costos que le traiga. No tiene una evaluación o modelo de impacto de lo que significa esta tasa de interés sostenida en el tiempo. De su impacto en el proceso económico, productivo, como lo encarece, impacta en la gente que tiene deuda, es como que no ha tenido en cuenta el verdadero impacto: cae la actividad de la industria, cae el poder adquisitivo del salario. Acá hay una transferencia de toda la economía al sector de las finanzas, que es insostenible. Eso es lo que yo llamo 'populismo financiero'.

Por todo lo que describí queda claro que Argentina está en un momento delicado y hay que recuperar confianza.

Volviendo sobre la pregunta anterior. ¿Ustedes entienden que todos los sectores de la política deben estar convocados, incluido el kirchnerismo?

Por todo lo que describí queda claro que la la Argentina está en un momento delicado. Hay que recuperar confianza ¿Sería bueno un acto de toda la oposición llegando a acuerdos básicos para la recuperación de confianza? Sí. Ahora esto tiene que estar bien hecho, porque si no se hace bien, esto va a ser una nueva frustración. Y no está hoy la situación para una nueva frustración. Por eso, Massa dijo 'para pelear contra la grieta tenemos que estar todos', y si no nos citan a todos el acuerdo ya fracasó. Porque en vez de suturar la grieta, la profundizan diciendo 'acá están los buenos, acá los malos'.

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