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¿Cómo viven los argentinos?

El Indec difundió indicadores de condiciones de vida: características habitacionales, acceso a los servicios, características del hábitat, régimen de tenencia de la vivienda, cobertura médica y nivel de educación alcanzado

09 mayo de 2019

Además de la pobreza por ingresos, el Indec también mide el flagelo desde una concepción más amplia (o multidimensional, en le jerga técnica), que denomina “condiciones de vida”. Ayer, precisamente, informó los números del segundo semestre de 2018 para un conjunto de variables críticas: características habitacionales, acceso a los servicios públicos, características del hábitat, régimen de tenencia de la vivienda, cobertura médica y nivel de educación alcanzado. Se analizan, a tales fines, la realidad de 31 aglomerados urbanos del país, un universo de 27.877.763 personas. A continuación, los datos salientes.

Características habitacionales

Dentro del concepto se incluye el indicador de calidad de los materiales de la vivienda. Se tiene en cuenta la protección o abrigo del medio natural y factores ambientales adversos que dichos materiales proporcionan y, en función de ello, se establece la suficiencia o insuficiencia de su calidad. En el segundo semestre de 2018, 80,5% de los hogares y 76,3% de las personas habitaban en viviendas cuyos materiales poseen calidad suficiente mientras que 6,8% de los hogares habitaba en viviendas cuyos materiales poseen una calidad insuficiente y 12,7% lo hace en viviendas cuyos materiales poseen una calidad parcialmente insuficiente. En el caso de las personas, estos porcentajes ascendían a 8,8% y 14,9%, respectivamente.

A la vez, se cuantifica el hacinamiento crítico por las limitaciones que este genera a los miembros de los hogares en materia de privacidad, salud y generación de entornos aptos para el estudio y la socialización. Se consideran hogares con hacinamiento crítico los que habitan más de tres personas por cuarto. El 97,6% de los hogares, que alberga al 95,3% de las personas, habita en condiciones que no reflejan hacinamiento crítico. Por el contrario, 2,4% de los hogares se encuentra en una situación de hacinamiento crítico, y eso equivale a 4,7% de las personas. Ello implica que viven en estas condiciones 219.000 hogares compuestos por 1.306.000 personas.

Además, se cuantifica el saneamiento habitacional, considerando la tenencia de baño, su ubicación (dentro o fuera del terreno), la exclusividad o no de su uso, el tipo de desagüe y su instalación. El 85,9% de los hogares (donde habitan el 83,2% de las personas) presenta condiciones de saneamiento adecuadas mientras que el restante 14,1% de los hogares no dispone de un saneamiento adecuado. En dichos hogares habitan 16,8% de las personas. Además, 6% de los hogares no posee baño con descarga de agua, falencia que involucra a 7,8% de las personas.

Otro indicador contemplado es la distribución de los hogares y las personas según la disponibilidad de agua en la vivienda, es decir, si acceden al agua dentro o fuera de ella. El 97,2% de los hogares, que alberga al 96,6% de las personas, tiene disponibilidad de agua en el interior de la vivienda. No obstante, 2,8% de los hogares debe acceder al agua fuera de la vivienda, guarismo que asciende a 3,4% en el caso de las personas.

Acceso a los servicios públicos

El 89,8% de los hogares cuenta con acceso a la red de agua corriente, 70,4% accede a la red de gas natural y 70% a la red de cloacas. De allí surge que el 10,2% de los hogares no accede a la red pública de agua corriente; 29,6% no dispone de gas de red y 30,0% carece de conexión a las redes cloacales. Asimismo, 55,6% de los hogares, que abarcan a 49,7% de las personas, accede a los servicios de agua corriente, cloacas y gas natural antes mencionados mientras que 44,4% de los hogares no accede a al menos uno de los servicios considerados, y allí habitan 50,3% de las personas.

Características del hábitat

El 6,4% de los hogares (y 7,8% de las personas) habitan en una vivienda que se encuentra cerca de basurales. Con respecto a las viviendas localizadas en zonas inundables, 11,1% de los hogares ?compuestos por el 13,4% de las personas? habita en dichas zonas. Como complemento, el 93,6% de los hogares habita en zonas alejadas de basurales (a más de 3 cuadras de distancia) mientras que el 88,9% de los hogares habita en zonas no inundables (en los últimos doce meses).

Régimen de tenencia

El 64,7% de los hogares son propietarios de la vivienda y el terreno mientras que el 5,7% de los hogares son propietarios de la vivienda, pero no de su terreno. Por su parte, 18,6% de los hogares son inquilinos. Además, hay 9,2% de hogares “ocupantes”: se incluyen aquellos ocupantes por pago de impuestos o expensas, los ocupantes gratuitos con permiso y los ocupantes de hecho (sin permiso).

Cobertura médica

El informe distingue a las personas que solo están cubiertas por el sistema público de salud de las que, además, poseen cobertura por obras sociales, empresas de medicina prepaga, mutuales o servicios de emergencia. Si se considera el conjunto de la población, el 68,7% de las personas cuenta con obra social, prepaga, mutual o servicio de emergencia mientras que el 31,2% solo posee cobertura médica a través del sistema público, lo que equivale a 8.687.000 personas. Este porcentaje es de 29,8% en el caso de las mujeres y 32,7% en el caso de los varones.

Por grupo de edad, se observa que el 40,3% de los niños, niñas y adolescentes (hasta 17 años) se encuentra en esa situación, mientras que este porcentaje desciende a 2,4% en el grupo de adultos mayores (65 años y más). El 97,6% de la población de adultos mayores cuenta con obra social, prepaga, mutual o servicio de emergencia.

Los hogares donde todos sus miembros cuentan con cobertura de obra social, prepaga, mutual o servicio de emergencia suman 65,6% de los casos. Luego, se indica el porcentaje de hogares en los que al menos uno de los miembros está cubierto solo por el sistema público y se distingue, dentro de ese conjunto, a los hogares en los cuales todos los miembros se encuentran en dicha situación. El 34,4% de los hogares tiene al menos algún miembro cubierto solo por sistema público. Ello significa que hay 3.148.000 hogares en los cuales al menos uno de sus miembros no dispone de cobertura a través de obras sociales, prepagas y otras variantes. A su vez, dentro de este conjunto, hay 1.327.000 hogares en los que todos los miembros tienen cobertura solo del sistema público, lo que equivale a 14,5% del total de los hogares.

Niveles de educación

El 96,1% de la población de entre 4 y 17 años asiste a un establecimiento educativo formal mientras que el restante 3,9% no lo hace. Se trata de 231.000 pibes. Si se desagrega este resultado por grupo de edad, se observa que la asistencia escolar de los niños y niñas de 4 años alcanza 83,6%, es decir, la inasistencia es del 16,4%. Luego, los niños y niñas de 5 a 14 años suman 98,7% de asistencia mientras que, en el caso de los adolescentes de 15 a 17 años, se observa una asistencia escolar del 91,6%. En este último grupo, 8,4% no asiste a un establecimiento educativo.

También se relaciona el clima educativo del hogar (el promedio de la cantidad de años de escolaridad formal de los mayores de 18 años de cada hogar) con la condición de asistencia escolar. La asistencia escolar más elevada se registra en los niños de 4 a 17 años que viven en hogares de clima educativo medio, alto y muy alto, con porcentajes de asistencia que se ubican entre el 97,6% y el 98,6%. En el caso de los pibes que viven en hogares con clima educativo bajo, se observa un porcentaje de asistencia escolar de 94,3% mientras que en el caso de aquellos que pertenecen a hogares de clima educativo muy bajo, la asistencia es del 92,2%. Se destaca que dentro de los 394.000 pibes en edad escolar que pertenecen a hogares cuyo clima educativo es muy bajo, 7,8% no asiste a un establecimiento de educación formal mientras que, de los 1.958.000 que pertenecen a hogares de clima educativo medio, 2,4% se encuentra en esa situación.

Asimismo, el 47,7% de los jóvenes de 18 a 24 años asiste a un establecimiento educativo, y la mayoría de ellos se encuentra cursando el nivel de educación superior/ universitario (70,8%). En cambio, el 52,3% no asiste a un establecimiento educativo mientras que 45,8% de estos cuentan con el nivel secundario completo, y el 31,2%, con el secundario incompleto.

Así, 28,5% de la población de 25 a 29 años no finalizó el nivel secundario; el porcentaje que asciende a 38,3% en el caso de la población de 30 a 64 años y hasta 60,4% si se considera la población de 65 años y más.

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