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Argentina, entre los países más caros del mundo para comprar un auto

30 mayo de 2019

Según un informe del Instituto de Economía de la UADE, "si bien Argentina está lejos de las potencias que lideran el ranking de la producción de automóviles, tiene una participación de mercado que no es despreciable: el 0,5% del total de la producción mundial de autos tiene lugar en nuestro país". La producción a escala global es liderada por China, con 30%, seguida de Estados Unidos con 12% del total mundial.

En nuestro país, la caída de actividad en 2018 produjo un desplome en la fabricación de autos que se contrajo en el año 22,9%. El 2019 no arrancó mucho mejor, la producción de vehículos se redujo 30,7%, durante el primer trimestre del año en la comparación con el mismo período de 2018 y batió el récord del menor nivel de los últimos 10 años. En marzo se vendieron 38.864 unidades 0 km, cifra que representa una caída del 3,1% en comparación contra febrero.

Tal como señalaron, la caída de las ventas es consecuencia de varios factores: la merma del poder adquisitivo de la población, las elevadas tasas de interés, la disminución de los canales y los instrumentos de financiamiento, y la devaluación de la moneda que impactó en el precio de un bien que usualmente se encuentra muy ligado al precio del dólar.

¿Son caros o baratos los autos en Argentina?

Los autos en Argentina se encuentran dentro del promedio mundial. En el ejercicio que sigue comparamos el precio del mismo vehículo para una docena de países. Puede verse que no existe una gran variación de precios, que se ubica en general entre US$ 20.000 a US$ 25.000 para el mismo tipo de automóvil, con las únicas excepciones de Brasil (algo más arriba) y la India (bastante más abajo) que se alejan del promedio.

Si bien el precio muestra escasa dispersión, las diferencias aumentan cuando se consideran los salarios necesarios para comprar el mismo auto. Por ejemplo, en Estados Unidos, Australia o Alemania hacen falta entre 4 y 6 salarios promedio para comprar un automóvil. Con esta métrica,  Argentina es el país más caro de la lista de países seleccionados.

"Esto se debe a que la devaluación de 2018 licuó los  salarios en dólares, pero el precio de los autos acompañó en gran medida la devaluación. Así, en la Argentina hacen falta 26 salarios para llegar el mismo resultado donde, por ejemplo, en Reino Unido hacen falta 7 o en Rusia 9,6 salarios", analizaron desde la UADE.

Las diferencias entre un modelo básico y el tope de gama

En nuestro país, la diferencia entre un modelo básico y el tope de gama que incluye asientos de cuero, puede llegar a representar hasta 50% del precio total. Un auto que en su modelo básico ronda el millón de pesos, puede llegar a 1,5 millón en su versión más completa.

Esta diferencia es consecuencia, principalmente, de una razón de economía de escala. En países con mercados más grandes los “tope de gama” tienen mayor volumen que en Argentina, donde las unidades se suelen hacer incluso después del pedido del comprador.

Es decir, al no haber un mercado suficientemente grande, el auto tope de gama toma las características de un bien suntuario o de lujo (en economía se conocen también como “bienes Giffen”), y las automotrices pueden aprovechar el excedente del consumidor de aquel comprador dispuesto a pagar por la diferencia.

En España, por ejemplo, la diferencia máxima es de 36%. Un auto de US$ 23.400 pasa a US$ 32.000 cuando es tope de gama. Una diferencia significativamente menor que a nivel local.

Impuestos: la clave de la diferencia

En Argentina, los impuestos directos e indirectos que gravan a los autos representan el 54,8% del precio neto, si se toma en cuenta todo lo que debe pagar el propietario durante el primer año de uso.

En la comparación con otros países, Brasil que soporta una carga de 30,4%, España (17,3%), Alemania (16%), Reino Unido (9,9%) y Estados Unidos (7,5%).

La mayor carga tributaria en nuestro país es un factor fundamental para explicar el mayor precio que en otros mercados de tamaño comparable y que también cuentan con una industria automotriz con un know-how acumulado.

Perspectivas para el sector

La industria automotriz goza de un régimen especial de incentivos y protección arancelaria. A su vez, más del 30% de las exportaciones no agrarias se originan en el sector automotriz. La posibilidad de proveer con autopartes al mercado brasilero obliga a las empresas locales a mantener cierto grado de competitividad y a alinear sus costos y precios con los mercados globales.

"En este marco, es de esperar que los precios de los automóviles sigan acompañando el ritmo de la devaluación. Será necesario esperar la recomposición del poder adquisitivo para reducir el ratio salario/precio que facilita el acceso a un 0 km", anticiparon en el informe, y agregaron: "En el mediano plazo, es posible avanzar en la reducción de costos para mejorar la competitividad de las empresas, costos que impactan transversalmente a todas las industrias, y por supuesto también a la industria automotriz, como los costos logísticos, los costos impositivos, y los costos burocráticos que afectan principalmente a la exportación".

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