En Estados Unidos, las ventas minoristas crecieron 1,6% en marzo con relación al mes anterior, superando los pronósticos. El dato tendrá impacto en el nivel de actividad porque el consumo explica casi el 70% del PIB. También se informó que en la semana terminó el 13 de abril, hubo 192.000 nuevos pedidos de subsidios de desempleo, que dan una pauta sobre las desvinculaciones laborales que hubo en el período. Se trata de la cifra más baja en cincuenta años y ratifica la fortaleza del mercado de trabajo.
Estos datos, sumados al del menor déficit comercial que se conoció el miércoles, muestran que el nivel de actividad de la economía estadounidense en los primeros meses del año es mayor al que se proyectaba a fines de 2018. Distintas consultoras privadas han corregido al alza sus pronósticos de crecimiento para el primer trimestre. Entre ellas, Oxford Economics que pasó de 1% a 1,9% y Macroeconomic Advisers que lo hizo de 2,4% a 2,7%.
De todas maneras, la mayoría de los analistas sigue considerando que habrá una desaceleración de la economía, que crecería en torno al 2% en 2019 mientras que el año pasado el PIB subió 2,9%.
