Las elecciones de España, celebradas ayer, dejaron ganadores y perdedores muy claros. Entre los primeros se destaca el PSOE, que luego de mucho tiempo, recuperó su condición de principal fuerza política de España. Con el 28,69% de los votos y 123 diputados es el único partido que está en condiciones de formar gobierno con Pedro Sánchez a la cabeza.
También obtuvo un buen resultado Ciudadanos liderado por Albert Rivera que llegó a 57 escaños mientras que en 2016 había obtenido 32, aunque no haya logrado superar al Partido Popular como la principal fuerza de la derecha española.
Unidos Podemos, quedó en una situación intermedia porque perdió menos diputados de los que se pronosticaba y con sus 42 escaños en sociedad con los catalanes puede ser una fuerza clave para la formación del nuevo Gobierno.
El grande derrotado de las elecciones es el PP que perdió 71 bancas, tras pasar de 137 a 66.
A su vez, Vox, que está ubicado en la extrema derecha del espectro político, logró bancas desde las cuales hará ruido, pero también quedó en claro que la sociedad española no está dispuesta a acompañar mensajes radicalizados.
Ahora quedará por delante la tarea de formar Gobierno. Muchos analistas sostienen que no deben buscar solo los votos para la investidura presidencial sino conformar un Gobierno de coalición para lograr una mayor estabilidad política. Sería un experimento para España y será protagonizado por el PSOE y los partidos de izquierda que predominaron en esta ocasión sobre los de la derecha.
