Por Alejandro Radonjic
Tal como se esperaba, los primeros registros privados sobre la marcha de los precios durante el mes de marzo empiezan a llegar con guarismos muy altos. Tras el 2,9% de enero y el 3,8% de febrero, los números sugieren que marzo marcará una aceleración, aunque leve, sobre un nivel ya muy elevado y que volverá a mostrar una variación interanual superior a 50%.
A continuación, los diversos informes sobre el tema.
En marzo, informó Ecolatina, su estimación de inflación (IPC GBA Ecolatina) fue de 4,2%, es decir, se aceleró dado que había sido de 3,7% en febrero y 2,6% en enero. Así, los precios acumulan un aumento de 10,9% en el primer trimestre de 2019 y crecieron 53,5% respecto a igual mes del año pasado. Los componentes del índice que más crecieron en el mes, según el IPC GBA Ecolatina, fueron educación (12,2%), indumentaria (6,2%), vivienda y servicios básicos (5,4%) y alimentos y bebidas (4,5%). Mientras que los primeros dos treparon por motivos estacionales (el inicio de las clases y el cambio de temporada), el salto del tercero tuvo que ver con el aumento en la tarifa eléctrica (de 14%) y las expensas (+8%). Por su parte, los alimentos fueron dinamizados por un nuevo aumento de las carnes (9,0%) y los productos lácteos (4,6%). Por el contrario, atención médica y gastos para la salud (1,8%) y esparcimiento (-0,4%) fueron los rubros que menos avanzaron. “Teniendo en cuenta que la inflación se aceleró durante la segunda quincena del mes (fue 4,6% entre la segunda parte de febrero y el mismo periodo de marzo, mientras que había sido de 3,8% entre las primeras dos semanas de cada mes), abril contará con un fuerte arrastre estadístico. Además, subas en la tarifa de gas, el impacto de la última tanda de aumentos en transporte y el anunciado incremento en combustibles (con los efectos de segunda ronda que esto implica) impulsarán el indicador del mes, que se mantendrá en la zona del 3,5-4% nuevamente”, anticiparon.
A la vez, C&T Asesores Económicos midió 3,9% para el tercer mes de 2019. “De acuerdo con nuestro relevamiento de precios minoristas, en marzo hubo un aumento mensual de 3,9%, el más elevado desde octubre pasado. Así, la variación interanual trepó de 48,4% (revisado) a 50,9%”, dijeron. Con 10,9% y 9,4%, respectivamente, lideraron educación e indumentaria. Los alimentos y bebidas, mientras tanto, subieron 3,4%.
Bastante más abajo se ubicaron en el IPC Online de Bahía Blanca. Según sus mediciones, los precios subieron 3,21% y 48,17% interanual. Relevaron 38.337 precios.
Según Consumidores Libres, el precio de los 38 artículos de la llamada “canasta básica de alimentos” tuvo un aumento de 4,98% durante el mes de marzo. A la vez, dijeron, que desde el 1° de enero la suma acumulada es del 12,92%.
Por su parte, desde Grupo SBS dijeron: “Los indicadores de alta frecuencia de precios que seguimos apuntan que la inflación de marzo podría superar los registros de febrero, mientras abril arranca de mala manera teniendo en cuenta que buena parte de los aumentos mencionados derramarán a los precios de otros bienes por estar vinculados a los costos logísticos”. A la vez, agregaron que “el Gobierno se muestra concesivo de cara a las paritarias”.
Abril no sería más halagüeño y el número sería similar, como mínimo. Además de los aumentos de gas, subte y naftas, se acaba de sumar el aumento a los productores de yerba de casi 40%. Sobre todo eso queda la inercia (que el Gobierno nunca desactivó, aunque lo intentó con las metas de inflación que nunca impregnaron) y el dólar, que escaló casi 10% en marzo y todavía no se trasladó a los precios. Ala vez, su derrotero en abril, aun con los agrodólares y las subastas del Tesoro, no está claro.
“La inflación interanual del 51,3% en febrero es la más alta en mucho tiempo. Va a seguir aumentando al menos hasta mayo (incluso si la inflación mensual baja al 3% porque en marzo, abril y mayo del 2018 estuvimos por debajo del 3%) y es muy probable que superemos el 56% en mayo”, dijo el economista Roberto Arias en Twitter.
Así, el escenario para el acumulado de 2019 fue mutando. Arrancó con un techo de 30%, que luego se convirtió en piso y, meses más tarde, el piso parece estar más cerca de 35% y el techo, en la zona de 40%. Así, no es casual que el Gobierno no tenga meta de inflación (la bestia negra indomable de su gestión), pida paciencia y se limita a decir que será más baja que en 2018.
