Durante el año pasado, el balance de varios de los instrumentos financieros de inversión, como bonos, Lebac o plazos fijos, atravesados por la devaluación, arrojó finalmente saldos negativos. Esto, en gran medida, impulsó a que muchos de los inversores dejaran de lado la exposición a la volatilidad y migraran hacia otras opciones, como proyectos de inversión en economía real, en dólares, con un equilibrio entre estabilidad y buena rentabilidad.
Uno de los que tuvo una alta recepción fue SeSocio.com, una plataforma que une a empresas con pequeños y grandes inversores, que funciona como un “supermercado de inversiones” con un amplio abanico de opciones, como activos físicos, préstamos, real estate y criptomonedas, con la posibilidad de visualizar el historial de cada proyecto y de entrar y salir en cualquier momento. Sus registros indican que en dos años de operaciones acumulan 80.000 inversiones, y que en 2018 creció 270% interanual en número de usuarios y hoy cuenta con más de 5.200 inversores activos, distribuidos entre los 93 proyectos disponibles, de los cuales 85 son emprendimientos en Estados Unidos desarrollados por argentinos.
“La mejor inversión de 2018 fue en vending machines, un proyecto conservador de las clásicas máquinas expendedoras de bebidas y golosinas que ubican en comercios o aeropuertos en Estados Unidos”, asegura Guido Quaranta, CEO y fundador de SeSocio, que indica que este proyecto rindió durante todo el año de forma fija 17,5% en dólares. “Además de haber sido el de mejor rendimiento, fueron muy prolijos”, asevera el ejecutivo, y señala que la rentabilidad promedio entre todos los proyectos del año pasado fue de 14,6% en dólares, algunos con picos de hasta 25% en algunos meses.
Según Quaranta, en lo que va de este año se destaca una cadena de tres shows musicales de una organizadora de eventos chilena, que necesitaba US$ 60.000 para cada uno y se financiaron en 45, 28 y 16 minutos. “Mucha gente se quedó afuera”, afirma Quaranta, y explica que hay espacio para todo tipo de proyectos, como uno sobre camiones para una empresa de logística estadounidense o una producción para una diseñadora de indumentaria, como es el caso de Guillermina Valdés, pareja de Marcelo Tinelli, que recientemente a través de esta plataforma logró captar fondos para una línea de zapatos con lo que garantiza una renta de 10% en dólares más variable de acuerdo a las ventas, con un tope de 22%.
“Invertir en la economía real es algo mucho más cercano al ciudadano común, más palpable, y algo muy bueno de esta plataforma es que propone que con muy poco dinero uno pueda entrar a distintos proyectos y así diversificar el riesgo”, cuenta Franco Olivieri, un joven administrador de empresas neuquino que empezó a invertir desde hace casi un año, que admite que al principio le generó un poco de desconfianza porque no era muy conocida. “Después, cuando uno entra a los proyectos y ve que la metodología de pago es muy buena y puntual, y que los rendimientos que se prometen se van cumpliendo, uno le va perdiendo el miedo a la plataforma. Yo empecé invirtiendo US$ 2.000 y ahora tengo invertidos US$ 50.000”, asegura.
Desde la compañía, que siempre recomiendan diversificar las inversiones, indican que cada usuario de la plataforma tiene un promedio de 16 inversiones con montos totales que promedian los US$ 2.000 entre todas, una media de US$ 125 por proyecto. “Nuestro target son los millennials y un poquito más. Apuntamos principalmente a jóvenes de entre 25 y 40 años, que están más acostumbrados a las plataformas online y a usar la tecnología para invertir”, indica Quaranta. “El sistema tradicional va a cambiar radicalmente a nivel global. Es inevitable. El de hoy es muy arcaico, caro, ineficiente y con muy poca liquidez”, añade el directivo.
La compañía, que tiene sociedades en Chile, Panamá, México, Colombia y recientemente ingresó al mercado europeo a través de Inglaterra, se prepara para lanzar su propia criptomoneda, llamada “InveCoin”, que en este momento está en preventa a US$ 0,8 y desde finales de mayo saldrá a la venta pública a US$ 1, que a partir de su lanzamiento se moverá según su cotización en el mercado.
