“Quiero decirles una vez más que pueden contar con la Argentina para colaborar en aquellos temas en los que podemos hacer un aporte constructivo, así como para escuchar en lo que podamos aprender”, dijo ayer el presidente Mauricio Macri al participar en la apertura de la II Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur, que se realiza en la Ciudad de Buenos Aires. “Con esta conferencia de alto nivel demostramos una vez más que la comunidad internacional percibe a nuestro país como un socio confiable, protagonista y con vocación de construir colectivamente la gobernanza del siglo XXI”, agregó el mandatario argentino.
Como sucedió con la cumbre del G20, en diciembre pasado, Macri intenta mostrar ante el mundo el giro en la política exterior del país y que algunos de esos ecos atraviesen la coyuntura local, más inmediata y menos receptiva, de crisis retroalimentada e incertidumbre. “La cooperación es una gran herramienta para promover el vínculo horizontal entre países con diferentes niveles de desarrollo”, señaló, luego, en el Centro de Exposiciones y Convenciones. “Quedó de manifiesto en diciembre pasado cuando, bajo la premisa de compartir un puente en la diversidad junto a los líderes, decidimos destacar en el comunicado del G20 el rol de la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular, para así avanzar en la implementación de la agenda 2030”, agregó.
De la inauguración participaron el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, y la presidenta de la Asamblea General del organismo, María Fernanda Espinosa Garcés. El encuentro se realiza en el marco del 40 aniversario del Plan de Acción Buenos Aires (PABA), que dio inicio a la cooperación Sur-Sur. Y cuenta con la participación de 193 países, representados por algunos jefes de Estado, cancilleres o diplomáticos.
Guterres destacó que “gracias a la cooperación sur-sur millones de mujeres, hombres y niños salieron de la pobreza extrema”. Además subrayó que “los países en desarrollo alcanzaron algunas de las tasas de crecimiento económico más rápidas que se han visto hasta el momento”, y añadió que “acordaron normas mundiales en materia de desarrollo sostenible”.
“Es claro que los países del sur tienen un rol decisivo no solo en la economía sino en las alternativas a las múltiples crisis contemporáneas como la climática, la migratoria y de seguridad”, indicó Espinosa Garcés.
Luego del acto de apertura, Macri invitó a los presidentes Tabaré Vázquez, de Uruguay; Mario Abdo Benítez, de Paraguay; y Sebastián Piñera, de Chile, a un almuerzo en la residencia de Olivos, donde dialogaron sobre cómo la realidad regional. Como anticipo del encuentro del viernes, en Santiago de Chile, donde dejarán detrás la experiencia de la Unasur y la conformación de un nuevo espacio regional (con la reticencia de Uruguay) llamado inicialmente como Foro para el Progreso (Prosur). Entre los mandatarios que se sumarán están el colombiano Iván Duque y el brasileño Jair Bolsonaro.
