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Simpatías del Gobierno por gobernadores aliados en Neuquén y Río Negro

Las provincias patagónicas muestran escenarios similares. El dilema de la Casa Rosada y los candidatos de Cambiemos

07 marzo de 2019

Cambiemos tiene candidatos propios tanto en Neuquén, que vota el domingo 10, como en Río Negro, que lo hará el 7 de abril. Como parte del acuerdo entre sus fuerzas. Pero en ambas provincias tiene chances lejanas de dar el batacazo. Por lo que en la Casa Rosada no ven con malos ojos el triunfo de los oficialismos provinciales, con gobernadores aliados que buscarán su reelección. Las victorias posibles de Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino, y de Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro, serían bastante más que un “mal menor” para el Gobierno, en un escenario donde los kirchneristas Ramón Rioseco y Martín Soria, respectivamente, aparecen como sus principales contrincantes.

El Superior Tribunal de Justicia (STJ), ayer, trajo alivio para Weretilneck, pero también para el Gobierno. Habilitó al gobernador a ser candidato y dio por terminada la pelea local, aunque la oposición advirtió que recurrirá a la Corte Suprema de Justicia. Weretilneck asumió en 2011 como vicegobernador de Carlos Soria y pocos días después quedó a cargo del Ejecutivo provincial debido a que el recién asumido mandatario fue asesinado. El mandatario completó ese mandato y fue ratificado como gobernador en 2015, por lo que, a su entender, se postuló una sola vez para el cargo, cosa que la oposición denunció como inconstitucional.

Quiroga arrancó la campaña con expectativas concretas, pero se fue diluyendo e intentó diferenciarse del sello Cambiemos.

“Ahora lo que queda es que el pueblo, mujeres y hombres rionegrinos, vayan el 7 de abril a opinar libremente por medio de su voto, cuál es el Gobierno que prefieren para los próximos cuatro años”, sostuvo Weretilneck. “No me extraña que hayan ratificado ese compromiso delictivo que tienen con el gobernador para violar la Constiución”, sostuvo el intendente de General Roca, cuando se conoció la decisión del jurado. Soria, hijo del gobernador fallecido, a quien Weretilneck reemplazó tiene posibilidades de quedarse con la provincia, en un escenario reñido que lo tiene como uno de los protagonistas de una elección que se supone muy polarizada.

En Neuquén, que vota el domingo próximo, Gutiérrez es el candidato con más chances, pero no tiene un tránsito fácil hacia su reelección. La dura pelea con su vice Rolando Figueroa lo tuvo con algunos problemas internos durante parte de su mandato y la candidatura de Jorge Sobisch, tres veces gobernador de la provincia y referente histórico del MPN, por la Democracia Cristiana, le genera algunas zozobras. El MPN gobierna la provincia desde 1983 y tiene una presencia territorial muy fuerte. Además, la situación de la provincia resulta una excepción en el contexto nacional, con el peso del yacimiento petrolífero Vaca Muerta en términos de inversión y empleo. No obstante, persiste cierta sensación de desgaste y disconformidad, que envalentona a Rioseco, el candidato kirchnerista.

Rioseco es intendente de Cultral Có, con una historia de militancia en los movimientos sociales de la provincia. Distante del perfil más clásico de los dirigentes del peronismo en la provincia. Está acompañado por Darío Martínez, diputado nacional y otro dirigente kirchnerista “puro”. Juntos estuvieron con Cristina Kirchner en el Instituto Patria y apuestan por la candidatura presidencial de la senadora. Cristina grabó un video para la campaña y el diputado nacional Axel Kicillof estuvo en la provincia junto a los candidatos.

En el Gobierno ven un triunfo de Rioseco como el peor de los escenarios posibles. El intendente radical de la ciudad capital, Horacio “Pechi” Quiroga, es el candidato de Cambiemos. Arrancó la campaña con expectativas concretas, pero luego se fue diluyendo con la caída de la imagen del Gobierno Nacional en la provincia como una de las explicaciones posibles. “Tengo trayectoria personal. A mí no me parió Cambiemos sostuvo en las últimas horas, tratando de diferenciarse, mientras que en los últimos afiches del candidato quedaron a un lado el propio sello Cambiemos. Una victoria de Gutiérrez marcaría una continuidad histórica en la provincia y traería un poco de calma en Casa Rosada.

Por lo menos, “hacia afuera”. Aunque podría acercar nuevos reproches cruzados entre la UCR y el PRO. En Río Negro, la diputada radical Lorena Matzen está lejos de ser competencia para Weretilneck y Soria. Por último, las dos elecciones patagónicas podrían marcar el deterioro del peronismo federal, sin candidatos surgidos del espacio. De hecho, en Río Negro, Miguel Angel Pichetto, uno de los referentes tuvo que negociar de apuro un acuerdo con Weretilneck para no quedar aislado.

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