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Diálogos after office

El Economista reunió un trader, un portfolio manager y un macroeconomista y, de yapa, un consultor político

28 marzo de 2019

La situación es compleja y el after office abre el juego a las interconsultas para no escuchar una sola voz. En épocas de crisis hay que escuchar más (y nuevas) voces. ¡Teléfono, Balcarce 50! Por eso, El Economista reunió un trader (T), un Portfolio Manager (PM) y un macroeconomista (M).

Nos caímos. No fuimos los únicos, por cierto. ¿Qué pasó?

TTodo depende del mundo. Si el mundo se tranquiliza, vamos a la banda inferior pero, si se pone peludo, nos vamos a la superior. Hoy, todo es “fear”. Mirá el bono del Tesoro, Brasil, el equity, Turquía. Todo se junta. Fue un día duro hoy, pero hay que estar tranquilos que la oferta viene marchando.

¿Usted qué dice?

PM: Creo que la semana que viene arranca otro ciclo de carry trade. Ahora bien, hasta dónde se puede ir el dólar mañana o pasado no tengo ni idea. La verdad es que esta vuelta tuvimos mala suerte con lo de afuera, pero los de acá tampoco ayudan. El tema es que el carry trade dejó de ser una bicicleta para convertirse en una montaña rusa. Los movimientos del tipo de cambio nominal son cada vez más violentos y los ciclos cada vez más cortos. Aunque la tasa no pare de subir, se vuelve casi irrelevante porque el profit & loss te lo determina el tipo de cambio. Cuando el dólar empiece a bajar no me sorprendería que baje $3, pero el tema es a partir de qué nivel empieza a bajar.

Y las tasas, ¿cómo las proyecta?

PM: La tasa se puede ir hasta donde tenga ganas el BCRA porque la misma no es endógena. El problema es que está claro que el mecanismo de transmisión de la suba de tasa hacia una caída del dólar (ancla nominal de la economía por más que a los fanáticos monetaristas mal les pese) está roto. A esta altura, con un tipo de cambio tan volátil, la tasa en pesos no influye en mayor medida en las decisiones de cartera de inversores residentes y no residentes: si el peso se puede depreciar o apreciar 3% en un día, da casi lo mismo si la tasa es 50% TNA, es decir, 1% semanal o 100% TNA, es decir, 2% semanal. Lo que importa son las expectativas económicas y políticas. Si eso último se estabiliza, entonces está sobrando tasa. Si las expectativas empeoran, no hay tasa que alcance. Si no, mirá a Turquía.

El tema es que el daño está hecho en términos inflacionarios.  Ya lo dijo Julio H. G. Olivera, los precios son inflexibles a la baja?

PM: Más vale, el dólar puede subir o bajar pero los precios son como las kirchneristas: no vuelven más. Además, no solo que no van a bajar los precios minoristas sino que todavía les falta subir por lo que había sido la inflación mayorista del año pasado. Veo 4% en marzo y también en abril. Espero que Nicolás Dujovne tenga razón y baje desde mayo. Ya no solo me preocupa la reelección sino mis bolsillos. Por las dudas, tengo Lecer.

¿Usted qué opina?

M: Coincido con lo antedicho y agrego una cosa más: el mercado está votando y ya no cree en Mauricio Macri. Si están por entrar los dólares de la cosecha y el FMI, el dólar debería estar bajando y todos deberían estar bullish con el peso. Hay una pérdida de credibilidad, reputación y confianza. Además, las encuestas vienen mal. Si no controlan la inflación para mayo y no bajan las tasas?no me haga decir más cosas.

Déjeme hacer mi trabajo. ¿Cómo sigue?

M: La inflación seguirá subiendo, y no poco. La economía está cada vez más indexada y el Gobierno, además, sumó a las tarifas y encima las ató a la cotización del dólar. Te lo digo así: hay riesgos de espiralización. El acuerdo con el FMI te lleva hacia eso y, además, no quieren hacer acuerdos, como pide Alfonso Prat-Gay. Es un programita, llamalo como quieras, para evitar un default antes de las elecciones. Insisto, antes de las elecciones. Después, no sé y los inversores, tampoco. Mirá el riesgo país sino?

Alguno diga algo positivo antes de terminar, por Dios?

M: Todavía no hay salida de depósitos en pesos...

En un diálogo aparte, un consultor político (“yo no opero con números”, dice), señala: “Cristina está firme, y creciendo; Mauricio está bajando, además de enojado y Roberto Lavagna aún no está instalado entre la gente, más allá de su reputación entre los dirigentes”. Si el balotaje fuera hoy, ¿quién gana? “Cristina tiene más chances porque Mauricio está muy débil”. ¿Puede salir tercero en las PASO, incluso? “Hoy, los números no dicen eso, pero si sigue cayendo y Lavagna se lanza y logra vehiculizar el desencanto, no se puede descartar tampoco y, si eso ocurriera, y Lavagna iría mano a mano con Cristina, el final es incierto”, sostiene y agrega que el “Plan V” (el enroque de María Eugenia Vidal por Macri) es una “mala idea” porque “sería mandarla al muere”. Mejor, agrega, “que se quede cuidando la provincia”.

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