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Leliq del 50% duerme al dólar y deja sin aire a acciones y bonos

Por la inflación, el Gobierno volvió a estirar la tasa de las Leliq. En ocho ruedas la subió del 43,9% al 50,1% anual. Eso aplastó al dólar, colocándolo en el piso de la banda. Para los analistas el esquema no funcionará en marzo. Acciones y bonos se quedan sin volumen y los precios lo sienten.

27 febrero de 2019

Por Luis Varela

Así como la inflación obligó a Cristina Kirchner a romper el Indec en 2014 y llevó al kirchnerismo a perder la elección en 2015, la inflación está volviendo a generarle una durísima estocada al gobierno de Mauricio Macri, haciéndole correr el riesgo de perder su reelección en octubre.

Con varios analistas afirmando que la inflación de febrero viene más cerca del 4% mensual que del 3,5%, el Banco Central volvió a tomar ayer una durísima decisión: efectuó la octava suba consecutiva en la tasa de las Leliq, colocándola por arriba del 50% anual, con la idea de planchar por completo al dólar, principal motor de la suba de todos los precios argentinos.

Así, desde el jueves 14 de este mes hasta ayer, Reconquista 266 decidió ocho subas consecutivas para la herramienta con la que el Central le toma dinero únicamente a los bancos. En apenas ocho ruedas subió la tasa en 6,13 puntos anuales, de 43,937% a nada menos que 50,065% anual.

Detrás de este aumento, los inversores sofisticados se están subiendo a todo tipo de letras cortas (Lecap, Lecer, etcétera), para aprovechar estas subas de tasas en pesos, pero apostando fuerte en colocaciones únicamente a tres meses de plazo: ya no juegan en plazos mayores, como a seis meses por ejemplo, porque ese vencimiento estará muy cerca de la elección de octubre, y en términos cambiarios la incertidumbre será total en ese momento.

Esta suba de tasas de las Leliq, que bautiza más suavemente las rentas de las Lecapo o las Lecer, no se está notando en absoluto en los plazos fijos. De hecho, los bancos bajaron ayer la tasa en pesos en ese tipo de colocaciones, pagando 35% anual por plata chica y 37% por plata grande, o sea casi 15 puntos promedio por debajo de lo que se paga en Leliq. Los centros de análisis estiman que esta fuerte inflación de febrero, que hace pensar más en la inflación pasada y no tanto en la inflación futura, que quiere vender el equipo económico de Macri (30% anual), determinará que se cambie por completo de política cambiaria a partir de marzo, después de que el Presidente diga su discurso en el Congreso este viernes.

Hasta ahora, como sabemos, el Central va llevando al dólar orientado según el avance de la banda cambiaria. Esa zona de no intervención, que ayer cotizó a $ 38,562 de piso y $ 49,904 de techo, tiene por el momento una variación mensual del 2%, en un esquema que se planteó hasta fines de marzo.

Pero tal como vienen los aumentos de precios, para que no se produzca una vez más un deterioro en el tipo de cambio, muchos piensan que se abandonará el esquema de bandas, para pasar a un tipo de política clásica de “crawling peg”, es decir un régimen de tipo de cambio que permite que la depreciación o la apreciación gradual, con la idea de pretender un esquema de tipo de cambio fijo.

Con este marco, de tasas volando y decisiones cambiarias por venir, el Banco Central logró volver a planchar el precio del dólar. Mientras en el exterior el dólar se mantuvo en general firme, salvo en Gran Bretaña, donde la libra ganó precio contra casi todas las monedas, en Buenos Aires el billete verde estuvo muy tranquilo.

El tipo de cambio oficial cerró sin cambios a $ 40, el blue subió 50 centavos hasta $ 39,25, pero el dólar mayorista bajó 18 centavos hasta $ 38,87, y se colocó a apenas 31 centavos por encima del piso de la banda cambiaria. Con ese marco, el BCRA perdió US$ 52 millones en reservas, que se ubicaron en US$ 66.990 millones.

En relación con otras monedas, medidas en pesos, la libra saltó 43 centavos hasta $ 51,54, el euro bajó 4 centavos hasta $ 44,29 y el real bajó 4 centavos hasta $ 44,29.

Esta vuelta a la tranquilidad cambiaria con altísimas tasas de interés se da con una Argentina real que acumula diez meses consecutivos con caídas en el nivel de actividad. Mientras salió un informe que calculó un cierre de 28.000 kioscos en todo el país en los últimos tres años, la economía mundial se sigue desplegando, con todos los actores buscando readaptarse.

Con ese marco, los centros de análisis calculan que las economías emergentes crecerán este año a un buen ritmo del 4% anual, encabezadas por China, pero con Argentina desacoplada, con crecimiento cero, y con el peronismo reagrupándose, con posibilidades de volver a intentar pelear la presidencia en octubre.

Así, el mercado de títulos argentinos, repetimos con tasas del 50%, volvió a mostrar niveles de negocios mínimos, y precios en general hacia abajo: nada dramáticos, pero con tendencias levemente declinantes.

El 80% de lo operado en bonos se transó en cuatro papeles: el bono AY24 tuvo el 49% de las operaciones totales, el AO20 tuvo el 15%, el TC20 el 8% y el DICA el 7%.

Con ese marco, el promedio de los bonos cedió otro 0,3%, con muy pocos negocios. En los extremos se vio un salto para el bono BOC5O y mejoras del 1% al 3,8% para los bonos DIY0, PAA0, PARP, PARYD, A2E3D, BDC19 Y TVPY. Con una caída del 6,6% para el bono TVPP y mermas del 1% al 1,5% para los bonos PARA, PF23D, AA25, DIA0, AF20 Y AM20.

En las bolsas internacionales, mientras tanto, se apagó la euforia. Hubo una baja del 0,1% en los índices de la Bolsa de Nueva York, con bajas para Twitter y Caterpillar y sin alzas importantes para destacar. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo subió 0,4% y la de México achicó 0,1%.

En la Bolsa de Buenos Aires el monto negociado se secó: el volumen fue mínimo ($ 394 millones), y con eso el índice Merval perdió otro 0,8%. El 80% de lo operado en acciones se transó en diez papeles: Galicia tuvo el 23% de los negocios, Petrobras Brasil el 12% y Supervielle el 10%.

En los extremos hubo alzas de entre 1,5% y 2,9% para Longvie, Costanera, Solvay Indupa y Phoenix. Con un desplome del 9,7% para Grimoldi y bajas del 2% al 5,5% para Caputo, Telefónica, Patagonia, Richmond, Petrolera del Conosur, Tglt, Irsa, Ledesma, Havanna, Cuyana, Molinos, Introductora, Francés, Cresud, Tenaris y TGS.

Y con clima mixto para los ADR argentinos en Nueva York: subas del 1,5% al 2,9% para Irsa I, Macro e Irsa P; y baja del 1,2 al 2,7% para Ternium, Globant, Francés y Tenaris.

Por último, entre las commodities hubo subas y bajas. Se anotó un repunte del 0,5% para el petróleo: US$ 55,70 dólares por barril. Un mínimo repunte del 0,1% tanto para el oro como para la onza de plata. Los metales básicos estuvieron mixtos: el aluminio subió 0,7%, con el níquel y el cobre 0,2% abajo. Siguieron las bajas en Chicago: el trigo achicó otro 1,4%, el maíz cedió 1,3% y la soja declinó 0,8%. En Rosario: el maíz logró subir 1,5%, pero el trigo cayó 1,7% y la soja achicó 0,9%. Y el bitcoin cedió 0,5%, con el resto de las criptomonedas con bajas mayores.

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