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Galiani y Rouco: “Hay avances importantes en la lucha contra el narcotráfico”

04 febrero de 2019

Uno de los tres grandes objetivos del Gobierno de Cambiemos era (y aún es) “derrotar el narcotráfico”. Si bien se habla poco de eso (la economía parece haber tapado todo) no es un tema menor, por cierto y hay avances para mostrar.

Ayer, el exsecretario de Política Económica, Sebastián Galiani, escribió una columna junto a Federico González Rouco (Jefatura de Gabinete) para hacer un balance provisorio sobre el eje. “En tres años, se realizaron casi 60.000 procedimientos contra el narcotráfico, se duplicó la cantidad de detenidos en operativos contra el narcotráfico, alcanzando a 57.000 detenidos desde el comienzo del gobierno de Cambiemos. También se incautaron 440.000 kilos de marihuana y en 2018 se alcanzó el récord con 185.000 kilos, 26% por encima de lo que se había incautado en 2015. Algo similar pasó con las incautaciones de cocaína, las cuales fueron récord en 2017, triplicando los niveles de 2015, y en 2018 volvieron a ser elevadas, duplicando el número de 2015. En tres años se incautaron 26.000 kilos de cocaína”, dicen Galiani y Rouco en un post de Foco Económico.

El negocio genera US$ 1.000 millones anuales, dicen y agregan que “es clave anular su rentabilidad, aumentando sus costos operativos y, así, continuar desincentivando su accionar”.

Entre los motivos detrás del progreso en la lucha contra el flagelo, dicen los economistas, figuran el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad, que “liberó tiempo y recursos del Ministerio de Seguridad” y las mejoras tecnológicas para, entre otras cosas, recuperar el control de zonas que venían siendo controladas el narcotráfico. Además, dicen, “se hicieron cambios legislativos con el objetivo de crear figuras legales que aceleren los procesos judiciales (arrepentido, agente encubierto, agente revelador, informante, entre otros) y, a su vez, “para evitar que vuelva a pasar lo sucedido con la efedrina a mediados de los 2000, se comenzó a controlar el flujo de precursores químicos, lo que ha posibilitado tener control de quién compra este insumo y para qué, evitando de esta forma la creación de cocinas de droga”.

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