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Dujovne “pecó” de optimista y deberá ajustar más el gasto

25 febrero de 2019

Según un informe de Ecolatina, difundido hoy, el optimismo volvió a jugarle una mala pasada a la Casa Rosada. En concreto, recaudará menos que lo previsto en 2019 y, por lo tanto, deberá ajustar más el gasto primario. O subir impuestos.

“Con los datos de 2018 cerrados, se observa que las proyecciones oficiales no se cumplieron. Una vez más, las estimaciones del sector público 'pecaron' de optimistas: mientras que según Presupuesto los ingresos alcanzarían 19% del PIB en el acumulado anual, terminaron en 18% del PIB”, dice Ecolatina y advierte que el panorama será similar en 2019. “Conforme a nuestras estimaciones, los ingresos estipulados en el Presupuesto están sobreestimados. Suponiendo que no se incorporan nuevos impuestos, los recursos del sector público oscilarían en 18,5% del PIB, lejos del 20% del PIB proyectado por el Poder Ejecutivo. En consecuencia, el recorte necesario del gasto primario real deberá ser mayor al postulado”, dice el reporte.

¿Adónde ajustará? “En primer lugar, vale remarcar que seis de cada diez pesos que salen del Estado se ajustan de manera automática por la inflación pasada: la Ley de Movilidad fijó la actualización de las jubilaciones y pensiones a la suba de precios y salarios registrados dos trimestres atrás. Con una lenta desaceleración de la inflación, el peso de las erogaciones de seguridad social en el PIB será mayor o igual al de 2018”, dice el reporte. Por ende, el recorte adicional caerá sobre el 40% restante.

Analizando las demás partidas, poco menos del 15% del gasto primario responde a salarios de trabajadores públicos. Resultado de paritarias que cerraron muy por debajo de la inflación y un plan reducido de contrataciones ?donde no se reemplazan las bajas- esta línea del gasto primario se contrajo 10% en términos reales a lo largo de 2018. “Dado el esfuerzo ya realizado y el hecho de que este es un año electoral, no estimamos un recorte adicional significativo sobre esta partida”, dice Ecolatina.

Por su parte, los subsidios económicos representan algo menos del 10% del gasto primario. Esa partida atravesó dos momentos opuestos en 2018: mientras que en el primer semestre, con un dólar mayormente calmo, retrocedió 15% en términos reales, en la segunda mitad redujo su caída a un tercio producto de la escalada del billete. “Como resultado, esta partida acumuló una contracción de 9% en términos reales el año pasado, quedando lejos del objetivo inicial y obligando a ajustar en otras líneas”, agrega el reporte.

En 2019, el escenario será intermedio entre ambos extremos. Durante la primera mitad, las tarifas sufrirían ciertos ajustes para ayudar a la meta fiscal pero, a medida se aproximen las elecciones, las mismas se atrasarían para afectar el humor social lo menos posible (y las chances de reelección del oficialismo). Además, el traspaso de los subsidios al transporte a la provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma “también permitirán relajar este gasto”. Como resultado, dice Ecolatina, los subsidios económicos pasarían de representar 2% del PIB en 2018 a 1,5% en 2019.

Por último, resta analizar el curso que seguirán los gastos de capital, “la partida sobre la que pesa el mayor margen de maniobra”. En ese sentido, dicen, “la inversión en obra pública persiste en rojo desde 2015 y en 2019 acentuaría su baja”. Pasó de $208.000 millones en 2017 a $210.000 millones en 2018, registrando una mínima suba nominal en un contexto de elevada inflación. “Esa línea del gasto sería la que realizará el mayor ajuste, no solo por la discrecionalidad de sus erogaciones, sino también por la velocidad con que pueden recortarse”, dice Ecolatina y proyecta que retrocederían nominalmente 12% y casi 40% en términos reales. Una baja de 0,6 punto del PIB contra 2018.

Así, Ecolatina concluye: “Proyectamos que el gasto primario rondaría 19% del PIB en 2019, marcando un retroceso de 1,5 punto frente a 2018 y marcando un mínimo desde la incorporación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) hace ya diez años”. Sin embargo, advierte que eso “no bastaría para alcanzar el equilibrio primario” y “el rojo antes del pago de intereses rondaría 0,5% del PIB”. El dato positivo es que no se cortaría el oxígeno. “Dado que ese resultado estará contemplado dentro de los ajustadores pautados con el FMI (por un máximo de $71.600 millones) permitirá destrabar los desembolsos”, dicen en Ecolatina.

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