En una jornada marcada por la inestabilidad y gran demanda, la divisa escaló $1 para situarse sobre los $40, con el registro más alto de la era de Guido Sandleris. Desde el BCRA reaccionaron subiendo la tasa de Leliq, lo que (junto a las ventas de futuros) llevó a un retroceso de la cotización sobre el final de la rueda.
De esta forma, el dólar mayorista (de los grandes jugadores) cerró a $39,47 para la compra y $39,67 para la venta, 40 centavos sobre el final de ayer y se mantuvo dentro de la zona de no intervención, cuyo piso se ubicó en $38,39 y el máximo $49,69.
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Asimismo, intentando contener la suba, el aumento de la tasa de Leliq fue mayor al registrado en las últimas ruedas: 153 puntos básicos, resultando una tasa promedio de 46,01%.
El billete minorista, por su parte, finalizó a $38,75 para la compra y $40,71 para la venta en el promedio del BCRA, 39 centavos sobre el final de ayer.
Cabe resaltar que la moneda subió 65 centavos entre el lunes y el martes y, además, eso ocurrió en un contexto favorable para los emergentes. Doble alarma para el BCRA y un indicio de que Argentina podría volver a desacoplarse del mundo, más allá de sus supertasas en pesos.
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Si bien el BCRA no puede actuar directamente en el mercado vendiendo reservas porque así lo indica el acuerdo con el FMI, puede intervenir en el mercado de futuros. También hay otra opción y es que el Tesoro salga a vender dólares directamente en el mercado, algo que probablemente hará más adelante en el año cuando se acentúe la dolarización preelectoral.
