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Según el BBVA, la recesión ya está tocando su piso

Así lo expresó en un informe. Sus estimaciones muestran que el PIB avanzará 0,5% en el primer trimestre contra el cuarto de 2018 y seguirá avanzando durante 2019, aunque caerá 1% en el punta punta

28 enero de 2019

Según el último reporte de BBVA Research, la recesión estaría tocando su piso en el trimestre en curso. Así lo expresó en un informe difundido el viernes pasado. Sus estimaciones muestran que el PIB avanzará 0,5% en el primer trimestre contra el cuarto de 2018. Aunque seguirá cayendo interanualmente dado que el primer trimestre de 2018, previo a la crisis cambiaria, había sido positivo. En rigor, caerá nada menos que 5,6%.

Esas cifras tenderán a moderarse desde el segundo trimestre: allí, con la cosecha gruesa entrando, el PIB avanzaría 0,6% trimestral y volvería a caer contra 2018, pero menos: 1%. Más allá de eso, marcaría el final “técnico” de la recesión porque, si se cumple la proyección del BBVA, tendríamos dos trimestres de crecimiento consecutivos.

Ya desde el tercero, cuando se celebren las elecciones, el crecimiento será de 0,6% trimestral y 0,3% interanual mientras que, en el cuarto, los números serán de 0,7% y 2,4%. Aun así, el PIB caerá 1% en 2019.

“El PIB comenzará a crecer en el primer trimestre por la recuperación agrícola, el impacto de la depreciación real en sectores transables y sustitutivos de importaciones, y la parcial recuperación de los ingresos reales Sin embargo, el ritmo de crecimiento será débil (0,6% promedio) y no compensará el fuerte arrastre negativo de 2018 (-2,4%). Por ende, PIB caerá 1% en promedio en 2019, con alta heterogeneidad sectorial”, dicen desde el equipo que lidera Gloria Sorensen.

“La economía no ayudará electoralmente a Cambiemos”, dice el reporte. En parte, por el crecimiento bajo y, también, porque la inflación seguirá elevada. En agosto, cuando se realicen las PASO, será de 43% interanual.

A continuación, las proyecciones para las demás variables clave.

Dólar

El apretón monetario permitirá que la pax cambiaria, con la reducción del atesoramiento de dólares visto en los últimos meses, siga en el primer semestre, ayudada por las divisas de la cosecha gruesa y las ventas del Tesoro (que comenzaría pronto y podría superar los US$ 10.000 millones), pero la volatilidad volverá por la usual dolarización preelectoral.

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Empleo y salarios

La tasa de desempleo subirá hasta 9,9% en 2019 (cerró 2018 en 9,3%), aunque con una gran disparidad geográfica y picando en punta en el Gran Buenos Aires, con 10,5%. “En promedio los salarios reales caerán en 2019, punta a punta empatarán con la inflación y el sendero del salario real será levemente creciente durante el año”, agregan.

Inflación A fines de 2018, la inflación siguió procesando el gran salto del tipo de cambio y cerró 2018 en 47,6%, pero con una desaceleración mensual desde el pico de 6,5% de septiembre hasta 2,6% en diciembre. La política monetaria restrictiva reducirá la inflación a 30% en diciembre de 2019, con inflación mensual promedio de 2,5% en el primer semestre y de 2% en el segundo.

Las cuentas públicas

En el plano fiscal, el Gobierno lograría en 2019 el equilibrio primario acordado con el FMI, un gran esfuerzo en un año electoral desde el déficit de 2,4% de 2018, con un ajuste del gasto primario de 1,3 punto del PIB. Las necesidades de financiamiento del Tesoro de 2019, asumiendo el cumplimiento de las metas fiscales y monetarias, están cubiertas con el SBA con el FMI y la renovación de 46% de la deuda local de corto plazo, dice el BBVA y advierte: “En 2020, Argentina deberá retornar al mercado para refinanciar los vencimientos y emitir nueva por US$ 10.000 millones”. Sin embargo, y si todo se cumple, no tienen una visión negativa sobre la deuda. “El stock de deuda caerá del pico de 81% del PIB de 2018 (por la devaluación y la recesión) a 76% en 2019 y 69% en 2020, manteniendo un perfil sustentable”, dicen.

El rojo externo

Se verá una gran reducción del déficit de cuenta corriente de US$ 28.400 millones en 2018 (5,3% del PIB) a US$ 14.000 millones en 2019 (3,3%) ya que se revertirá el déficit comercial (bienes y servicios) de US$ 10.300 millones hacia un superávit de US$ 3.900 millones por la depreciación real del peso y la recesión. Es una variable clave y, según varios expertos, fue la que gatilló, entre otros motivos, la crisis de 2018. Por otro lado, la cuenta capital no registrará un ingreso sustancial de capitales privados ya que seguirá bajo el apetito por activos argentinos y la diferenciación negativa del país por las dudas de la estabilización económica y el panorama electoral.

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