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Bolsonaro y Macri, un mismo desafío: las jubilaciones

07 enero de 2019

Las crisis de Argentina y Brasil tienen diferencias, dice Idesa, pero también similitudes. “Una semejanza particularmente relevante es el tema más desestabilizante y difícil de abordar que es la falta de sustentabilidad de sus sistemas previsionales”, agrega. Los datos son más que elocuentes.

En los países desarrollados, el 18% de la población tiene más de 65 años de edad y el gasto público previsional asciende a 10% del PIB.

En Argentina la población con más de 65 años de edad es apenas el 11%, pero el gasto público previsional nacional y provincial asciende al 12% del PIB.

En Brasil sólo el 9% de la población tiene más de 65 años de edad y su gasto público previsional total (privado y público) también está próximo al 12% del PIB. “Estos datos muestran que Brasil, al igual que Argentina, tiene un gasto previsional muy por encima del que cabría esperar en función de su demografía (?) y, dado que la tendencia demográfica es al envejecimiento, el problema tiende a agravarse en el futuro”.

“El origen del problema previsional es parecido en ambos países”, agrega Idesa. Así lo explica: “Regímenes especiales que permiten acceder a beneficios previsionales con escasos años de servicios, edades tempranas y montos que no guardan proporcionalidad con los aportes realizados. También son análogas las resistencias a abordar con seriedad la discusión del tema. Tanto en Brasil como en Argentina la reforma previsional es mostrada como antipopular fruto de una enorme confusión respecto al diagnóstico de situación, sus implicancias y a que los sectores beneficiados tienen alto poder de influencia (?) Ambos países sufren las consecuencias muy negativas de una exagerada asignación de fondos públicos al sistema previsional. Este exceso desestabiliza las cuentas públicas y obliga a recortar programas socialmente estratégicos como, por ejemplo, los que apoyan a los niños en situación de vulnerabilidad”.

“Minimizar el problema previsional y optar por el 'gradualismo' garantiza el fracaso del plan de gobierno”, advierte Idesa. “Parecería no tenerse en cuenta que en ambos países con la deuda pública que asciende al 80% del PIB los espacios para seguir financiando déficit son muy acotados”, agrega el reporte y concluye: “Brasil está a tiempo de darle al tema previsional la prioridad que merece mientras que Argentina, en cambio, ya perdió cuatro años. Para que el próximo Gobierno no vuelva a improvisar y fracasar, el oficialismo en Argentina debería elevar la calidad y pertinencia de la discusión electoral aportando información y estudios sobre la situación previsional”.

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