“Sin haber una definición, en principio, se está más cerca de la unificación”, lanzó una fuente encumbrada del PRO ante El Economista, para graficar el escenario electoral porteño. Ayer al mediodía, la mesa chica de la fuerza de gobierno, que se reúne periódicamente en la sede de la calle Balcarce para analizar la estrategia nacional, puso primera y comenzó a delinear la estrategia en cada territorio. Aunque sin precisiones y con la duda de si un triunfo en tierras porteñas podría servir para cortar “en seco” la racha posible de triunfos peronistas en las provincias, el oficialismo parecería inclinarse por la unificación de la elección en la Ciudad con las nacionales. De ese modo, especulan, garantizarían el caudal de votos que la buena valoración de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta podría aportarle a las ambiciones reeleccionistas de Mauricio Macri.
Ayer, por la mañana, en una entrevista, el presidente del PRO y senador por Misiones, Humberto Schiavoni, llamó a cortar las especulaciones y ratificó que el Presidente irá por un nuevo mandato al frente de la Casa Rosada. Al mismo tiempo aseguró que tanto Larreta como María Eugenia Vidal, también irán por sus respectivos segundos mandatos. El año pasado, el oficialismo porteño hizo valer su mayoría en la Legislatura de la Ciudad al aprobar un discutido Código Electoral que otorga la potestad al jefe de Gobierno de fijar el calendario de las elecciones, unificando eventualmente la local con la nacional. En la misma línea, una fuente del entorno de Elisa Carrió aseguró ante este diario que “lo más seguro es ir atado a la nacional”.
Paradójicamente y luego de que se firmase el acta de intención para conformar Cambiemos en la Ciudad, los legisladores que responden a Martín Lousteau, votaron en contra de la unificación electoral. Además, el oficialismo deberá resolver una cuestión central. Este año, la Ciudad de Buenos Aires deberá elegir senadores nacionales lo cual abrirá un disputa interna. El año pasado, se especuló con la posibilidad de que Elisa Carrió sea la candidata del oficialismo, luego del rotundo triunfo obtenido durante 2017, cuando obtuvo más del 50% de los votos. “Lilita por ahora no es candidata a nada”, confiaron desde el entorno de la diputada ante este diario, aunque no cerraron la puerta ante una eventual candidatura.
Otro dilema que deberá resolver el oficialismo de la Ciudad es Lousteau. El diputado que se afilió a las filas del UCR, ha pedido ampliar la alianza de Gobierno y hasta coquetado con la posibilidad de competir en una interna por las presidenciales. En ese marco, también deberá discutirse la conformación electoral de Cambiemos, que hasta aquí ha sido solo manifestaciones protocolares pero no hubo avances concretos.
A su vez, en menos de 60 días el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli deberá tomar una decisión respecto de su futuro político. Larreta ha expresado que lo quiere como compañero de fórmula, pero un segundo período al frente de la Legistura porteña lo inhabilitaría para competir en 2023 por la jefatura de la Ciudad.
