La imagen de Mauricio Macri está en niveles bajos y, encima, está cayendo. Así lo muestran todas las últimas encuestas: la remontada de fines de 2018 se revirtió en enero. Sin embargo, dice un informe de Delphos, eso puede llegar a tener “connotaciones positivas para el Gobierno”.
Así lo explican: “Un Macri débil se corresponde con una percepción de los principales actores de la oposición de elevadas probabilidades de desbancarlo. Y este hecho deriva en pujas de intereses personales y egoísmos políticos que paradójicamente consolidan una división de la oposición que garantizaría la reelección de Macri. Hoy parece ser más importante lo que haga la oposición que lo que haga el Gobierno. Este sabe que un peronismo dividido con Cristina en la contienda le garantizarían acceder a una segunda vuelta y derrotarla. La paradoja para el peronismo es que un Macri débil termina provocando demasiados pretendientes que lo llevan a la división, lo que termina jugando en favor del frágil Macri”.
Ante ese escenario, recomiendan: “Hay que seguir los movimientos del peronismo de cerca, ya que los activos financieros festejarán su división y verán con temor todo intento de reunificación”.
