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El calendario electoral atado a la economía

Sigue la indefinición en el oficialismo respecto de las fechas de votación en las provincias que gobierna. El caso de la de Buenos Aires y la Casa Rosada

14 enero de 2019

En la reunión que mantuvieron el viernes en Villa La Angostura el presidente Macri con Horacio Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo y Gerardo Morales, no se produjeron grandes avances en materia de calendario electoral.

La indefinición sobre la fecha de las elecciones en los distritos que gobierna Cambiemos y postergar las decisiones hasta marzo no favorece a Mauricio Macri porque, más allá de los motivos que se invoquen, implica que hay muchas dudas sobre la conveniencia de compartir la boleta con él.

Si con el desdoblamiento lo que se pretende es que los ciudadanos puedan concentrarse en el análisis de su voto para cargos provinciales sin interferencias de sus preferencias presidenciales, no hace falta esperar hasta marzo. Basándose en ese criterio, la decisión se puede tomar ya.

Otro argumento a favor del desdoblamiento es que a Macri le vendría bien, ante de las presidenciales, que Cambiemos gane algunos distritos para que no sean todos triunfos peronistas que generen un clima favorable a la oposición.

Si eso es lo que se pretende evitar, tampoco hace falta esperar hasta marzo porque ya se sabe en qué provincias se adelantarán las elecciones y en casi todas ellas es favorito el peronismo.

Por lo tanto, la decisión de esperar hasta marzo para fijar las fechas de las elecciones parece destinada simplemente a ganar tiempo y ver si hasta ese momento la situación económica mejora y que ya no visto como algo contraproducente para los candidatos locales compartir la boleta con Macri. Pero como eso no se puede decir desde el oficialismo, se recu

rre a otros argumentos.

Una situación especial es la de la provincia de Buenos Aires por el tamaño del distrito. La idea del desdoblamiento en ese caso altera la lógica política. Adelantar las elecciones les vendría muy bien a los intendentes y candidatos de Cambiemos en el GBA porque sus competidores no tendrían el eventual arrastre de Cristina Kirchner, la favorecería a María Eugenia Vidal pero al precio de pagar costos en términos de imagen y lo perjudicaría a Macri. De esa manera, las prioridades de Marcos Peña, que pasan por privilegiar lo nacional, quedarían invertidas.

El intento de desdoblar las elecciones con el que buscan favorecerse quienes tienen el poder para fijar las fechas, es consecuencia de las dificultades económicas que debilitaron la imagen de Macri. Si la aprobación del Gobierno fuese más alta, este debate no existiría. Si los indicadores económicos mejoran, toda la ingeniería electoral de que tanto se habla en estos días en el oficialismo, se diluirá rápidamente.

En el caso del peronismo, el problema es más grave porque la falta de un candidato a la Presidencia que represente a todos los sectores no genera incentivos para unificar las fechas de las elecciones locales con la nacional.

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