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El 2019 será un año positivo para las exportaciones

21 enero de 2019

El 28 de diciembre pasado, el Gobierno declaró a 2019 como “Año De La Exportación” mediante el decreto 1.177/2018. En los considerandos del mismo, el Gobierno argumenta que “la exportación de nuestros productos y servicios es la vía para la construcción de una economía próspera, dinámica e integrada al mundo, que genere empleos de calidad y sustentables para todos los argentinos”. Meses antes, había lanzado la interesante iniciativa Argentina Exporta. Efectivamente, el 2019 puede ser un muy buen año para las exportaciones. Eso sostiene el último informe de Invecq.

“Efectivamente, 2019 será el año de las exportaciones”, dice.

¿Cuáles serán los drivers? Por un lado, la recuperación de la producción agropecuaria, pasado el efecto de la sequía de la cosecha anterior y, por el otro, la maduración de los proyectos de inversión en el sector energético. Ambos, dice Invecq, “serán los principales factores que incrementarán la oferta de exportables durante 2019”. Además, si a ello sumamos un crecimiento de las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario y una continuación de la buena dinámica para las manufacturas de origen industrial (si Brasil ayuda), “el valor total de las exportaciones podría incrementarse a lo largo del 2019 en unos US$ 10.000 millones”. En números, desde poco más de US$ 60.000 millones en los que cerró el 2018 a unos US$ 70.000 millones acumulados hacia fines de 2019.

Complementariamente, con importaciones estables o incluso retrayéndose sensiblemente respecto a los valores del año pasado (por la recesión y el dólar más alto), Invecq proyecta que la balanza arrojará un saldo comercial positivo de aproximadamente US$ 4.000 millones, “revirtiendo el déficit de US$ 5.000 millones del 2018”. Lógicamente, ese saldo será una fuente muy importante de estabilización del mercado cambiario y, dice el informe, “colaborará en la disminución de la volatilidad macroeconómica que caracterizó al año pasado”.

Con respecto a la producción de productos primarios, la cosecha fina, que acaba de terminar de levantarse, arrojó un crecimiento interanual del 10%, aportando casi US$ 1.000 millones más que el año pasado. “De cara a la cosecha gruesa, las perspectivas son mucho más auspiciosas que en 2018. Si bien el fenómeno de El Niño está poniendo en problemas a grandes zonas del Litoral y el Norte, inundando no solo centros urbanos sino también grandes áreas productivas, las pérdidas económicas serían marginales en comparación a la fuerte sequía del año pasado. A su vez, la zona núcleo se encuentra en buenas condiciones, con riesgo de exceso hídrico pero que podría desactivarse en las próximas semanas en caso de que se detengan las lluvias. Esta zona es la de mayores rendimientos de todo el territorio nacional y la más afectada por la sequía durante la cosecha pasada”, describe el reporte de Invecq.

Con un mayor volumen de producción primaria, a la vez, las manufacturas de origen agropecuario también tenderán a incrementarse debido a que habrá mayor producción para procesar y luego comercializar en el exterior. En 2018, por ejemplo, hubo que recurrir a la importación de porotos debido a la baja utilización de la capacidad instalada de las plantas procesadoras, algo que no ocurrirá en 2019.

“Con respecto a las exportaciones de manufacturas industriales, un tipo de cambio real más alto y una recuperación brasileña más acelerada durante 2019 serían los dos principales factores que las impulsen. Así, podría mantener un ritmo de crecimiento similar al del año pasado, que orilló el 10% anual”, proyectan desde Invecq.

Por último, dice Invecq, “los envíos de combustibles y energía continuarán con su descollante performance”. El año pasado crecieron 70% y durante 2019 continuaría la tendencia fuertemente positiva. Si bien se parte de niveles muy bajos dada la larga década de deterioro del sector, la maduración de los proyectos de inversión en yacimientos no convencionales continuará incrementando los dólares que genera el sector energético. “Así, el déficit energético experimentará un fuerte recorte ubicándose en mínimos de los últimos años”, amplía el reporte.

Todos estos factores harán que el 2019 realmente sea un año de fuerte crecimiento de las exportaciones y que el “Año De La Exportación” sea más que el encabezado de toda la documentación oficial, como establece el decreto.

Pero la vida sigue después de 2019 y el desafío, como suele ocurrir en Argentina, es sostener las buenas noticias. “Para romper con los ciclos de recuperación y recesión que caracterizan a Argentina desde 2011 es imprescindible que la dinámica exportadora exceda a un año en particular y que se logre mantener un crecimiento continuo de los volúmenes exportados”, razona Invecq.

Con la caída de los precios internacionales de las commodities, las exportaciones argentinas pasaron de más de US$ 80.000 millones en 2011 a unos US$ 55.000 millones en 2015, “dejando al descubierto que el crecimiento de las exportaciones en la década de los 2000 había sido fundamentalmente un efecto exógeno de aumento de precios mientras que las cantidades producidas con destino a la exportación se habían expandido insignificantemente y en 2015 eran las mismas que en 2005”, recuerda Invecq.

Hacia adelante, el foco debería ser lograr un gran empuje exportador a nivel nacional, que cada vez involucre a más sectores, regiones y empresas.

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