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Macri frenó la caída en su imagen y se mantiene estable de cara a 2019

18 diciembre de 2018

Se aproxima un nuevo año electoral. Aun pese a los problemas que tuvo que enfrentar este año, el oficialismo buscará mantener la Presidencia en sus manos. Por suerte, para Mauricio Macri, la aprobación de su gestión y su imagen se estabilizaron en los últimos dos meses, según varios especialistas y consultoras. Por fin pudo revertir la incesante pérdida de apoyo que sufrió mes a mes, en un año con complejidades y dificultades de sobra.

La consultora Poliarquía señaló que Macri goza de una aprobación del 39% en diciembre y un rechazo del 59%. Esto implica una mejora de los datos de noviembre, con 32% de aprobación y 65% de rechazo.

“Aunque todavía estamos terminando nuestra encuesta mensual, no me sorprendería que haya una mejora en la imagen de Macri. Venimos de unos 2 o 3 meses con detenimiento de la caída de la imagen del Presidente y hubo una ligera recuperación en algunas variables, como en lo económico”, explica Juan Germano, director de la consultora Isonomía.

“No va haber una caída en la imagen de Macri este mes. Ya en noviembre registramos una estabilización y una ligera recuperación. No tanto por las noticias positivas, sino por un parate de las negativas”, coindice Augusto Reina desde la consultora Doserre.

Sin embargo, algunos analistas dudan de que esta estabilización se pueda profundizar, hasta traducirse en una sustantiva recuperación de la imagen del Presidente. “La imagen de Macri no ha subido ni bajado. El mes anterior dejó de caer y se había amesetado. Ha llegado a un piso que difícilmente lo perfore”, afirma el politólogo Mario Riorda.

“La imagen de Macri se mantiene estable. No creo en la hipótesis de la recuperación. Hay una buena gestión política del electorado propio. Lo tiene consolidado y evita que caiga su imagen pese a que el contexto es negativo. Aún en el segmento que apoya a Macri, hay mucha disconformidad, pero se mantiene el apoyo, porque están identificados políticamente con Cambiemos”, coincide el politólogo Julio Burdman.

Los drivers

La estabilización del dólar, los efectos positivos post G20 y la leve merma en la inflación mensual, son algunos de los factores que explican esta estabilización. Lo económico juega un rol central. Pero también influyen otros elementos. El grado del impacto de cada uno es objeto de debate entre los analistas. “Lo más importante es lo económico. Si el Gobierno quiere mejorar su imagen, tiene que resolver los problemas económicos”, dice Burdman.

“La principal reacción de la opinión pública se relaciona con lo económico: la falta de ahorro, no llegar a fin de mes, la inflación. Entre septiembre y noviembre hubo pérdida del poder adquisitivo, incertidumbre económica y suba de la pobreza. Eso generó que el apoyo al Gobierno caiga”, afirma Reina, que además aconseja “esperar a que esta recuperación se mantenga en los próximos tres meses para ver si no se trata de un rebote coyuntural”.

Para otros, que Macri pueda preservar su apoyo se explica por otros factores. El impacto de la polarización y el peso de “la herencia” son variables no económicas a tener en cuenta. “Los que ven bien al Gobierno y lo votan, tienen esperanzas de que pueda mejorar y creen que evita que gane alguna opción del pasado. El 75% rechaza el acuerdo con el FMI y el 82% de la sociedad dice estar afectada por la economía. Ahí también hay votantes de Macri. Hay un sector anclado en la defensa del presente para distinguirse del pasado”, explica Riorda.

En la encuesta de Poliarquía hay una fuerte pérdida de apoyo hacia el oficialismo entre los jóvenes (menores de treinta años) y en el conurbano bonaerense. Conseguir apoyos de estos sectores será uno de los desafíos de Cambiemos de cara a 2019. Macri los necesita si quiere ganar las elecciones. “Ahí (en el conurbano) están los mayores niveles de insatisfacción socioeconómica. Es donde la variable económica pega más fuerte y se siente más la crisis”, explica Burdman.

“Siempre fue así en términos etarios, aunque este año se exacerbó esa característica. La elección la va a ganar quien logre fomentar matices para atraer a otros sectores, más allá de sus colores monocromáticos de los núcleos duros. El kirchnerismo requiere crecer en los mayores de 50 años y Cambiemos en los jóvenes”, indica Germano.

“El conurbano siempre fue un público reticente y difícil de conquistar para Cambiemos. El poco apoyo tiene que ver con la precarización de las condiciones de vida. Solo ganó en un contexto muy particular de polarización. No por componentes propios, sino por el rechazo a otros. La caída de la aprobación de gestión del Gobierno es lenta pero persistente, en algunos estratos más que en otros, como los jóvenes. Los jóvenes son una generación socializada políticamente en la primavera del FpV, por eso su apoyo al kirchnerismo. En cambio, el público de mayor edad tiene valores más afines a Cambiemos”, cierra Reina.

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