Entrevista a Lucas Klobovs Poliarquía Consultores
El Economista dialogó con el politólogo Lucas Klobovs, Director de Cuentas de Poliarquía Consultores, sobre su última investigación de opinión pública.
Comencemos por el dato central, que es la suba de 7 puntos en la imagen de la gestión de Mauricio Macri en diciembre. ¿A qué se debe?
Menciono tres factores en orden de importancia. Primero, el éxito que fue la organización del G20. La presencia de los principales líderes globales generó la sensación de que Argentina estaba reinserta en el mundo. Además, había dudas sobre la capacidad de organización del evento, que se diluyeron porque no hubo incidentes. Segundo, diciembre se viene caracterizando como un mes de estabilidad cambiaria, con el dólar en $38-39, sin saltos bruscos como en meses anteriores. Tercero, mencionaría el Protocolo de Seguridad. La gente se muestra a favor de esa iniciativa. Además, combinados, permitieron cambiar la agenda negativa que venía enfrentando el Gobierno.
Desgranando un poco la encuesta. El Presidente está mejor conceptuado en el interior y en la CABA, que en el GBA. ¿A qué lo atribuyen?
Eso viene siendo así y el GBA siempre fue la pata flaca del Gobierno porque es allí donde más impacta el deterioro socioeconómico. De hecho, la imagen de Macri en el GBA cayó imagen en diciembre, a diferencia de lo ocurrido en el interior y CABA. También hay un factor de identidad política: allí es donde es más fuerte Cristina. Es su bastión. Se combinan la coyuntura y la identidad. El interior, en cambio, siempre fue más refractario con el kirchnerismo y, además, la devaluación de fines de 2015 impulsó la economía allí.
Otro dato que sorprende es que la aprobación de Macri baja bastante con la edad. ¿Por qué no “prende” entre los menores de 29?
El segmento clásico del Pro, primero y Cambiemos, después, siempre fueron los mayores de 50 años. También era así en la CABA cuando Macri era jefe de Gobierno. Pasa lo inverso con el kirchnerismo. Sin embargo, si desagregamos entre mayores y menores de 24, vemos que los mayores son más críticos con el Gobierno, quizás porque tienen más frescos los recuerdos de lo que podían hacer en términos económicos.
La economía es clave, entonces...
Sí, es un factor importante para decidir si se aprueba un gobierno o no. Pero no es el único. También está el voto retrospectivo y prospectivo, que es el famoso crédito. Eso permitió sustentar y mantener un apoyo alto hasta, digamos, fines de 2017. Pero se empezó a erosionar con la crisis cambiaria y por eso vemos un Gobierno moderando expectativas, esquivando los pronósticos y hablando de la necesidad de sacrificio.
¿Alguien capitalizó la caída de Macri?
Porque si bien subió en diciembre, no recuperó lo perdido... Nadie y esa fue la noticia menos mala para el Gobierno. Nadie capitalizó todo ese enojo y desilusión. Cristina mejoró algunos puntos y eso reinstaló la polarización, pero el peronismo sigue fragmentado. Es el principal capital del Gobierno para soñar con la reelección en 2019. Si se mantienen estas tendencias, vamos hacia una elección con Cambiemos, el kirchnerismo y el peronismo moderado intentando llegar.
Pero ese peronismo se puede hacer fuerte en una segunda vuelta...
Sí. Además, falta tiempo. Su problema está en la primera vuelta, porque Sergio Massa, su principal referente, viene perdiendo imagen y otros como Miguel A. Pichetto o Juan Manuel Urtubey tienen poca instalación y arrancan muy de atrás.
¿Puede ser que la intención de voto de Macri sea bastante superior a su imagen? Es decir, que haya franjas del electorado desilusionadas, pero que volverían a votarlo...
Sí, el conglomerado Cambiemos está arriba de la imagen del Gobierno. Hay un porcentaje significativo que tiene una imagen positiva de María Eugenia Vidal, pero negativa de Macri. Acercar a los vidalistas no macristas será fundamental y allí Vidal será clave.
