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El empleo registrado cayó 0,3% en octubre y se retrae 1% interanual

27 diciembre de 2018

El empleo registrado sufrió durante gran parte del año una caída sostenida. En octubre, hubo 119.000 trabajadores registrados menos que en el mismo mes de 2017 (-1% interanual). Y en términos mensuales, la caída desestacionalizada fue de -0,3%. Detrás de ese porcentaje hay 31.000 trabajadores registrados menos con respecto a septiembre. Es el quinto mes consecutivo en baja.

Así se desprende de un informe del Ministerio de Trabajo y Producción, basado en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), difundido ayer. El fenómeno se explica por la intensidad de la recesión. Pero no todos los sectores de la economía se ven afectados por igual. Algunos pierden más que otros. Y hasta hay casos, excepcionales, con crecimiento.

“En el empleo, tanto como en la economía, las consecuencias tienen un ritmo que es posterior al acontecimiento de los hechos. Hubo dos momentos importantes este año. Uno que fue en abril, cuando empezó la crisis. Las empresas tomaron la decisión de esperar y ver qué pasaba. Después, hubo un segundo momento en junio. Ahí la crisis ya generó que se hagan análisis selectivos. Eso se vio reflejado durante todo el segundo semestre. Las mediciones de septiembre, octubre, noviembre y diciembre muestran eso”, explica Matías Ghidini, General Manager de la consultora GhidiniRodil y especialista en el mercado laboral.

Los datos coinciden: hasta mayo inclusive, el empleo registrado se mantuvo parejo. De junio en adelante comienza la tendencia a la baja. “Hay una caída interanual, pero con un primer semestre estable y un segundo semestre mucho más negativo. Es muy distinta la foto entre ambos semestres, aunque en el total da por debajo del 2017”, completa Ghidini.

Entre los más afectados están el sector privado y, sobre todo, los trabajadores asalariados y monotributistas. En el sector privado, hubo una baja interanual de -0,7%, que además tuvo una caída mensual de -0,4%. Los que más cayeron fueron los monotributistas con -0,8% y los asalariados del sector privado (-1,1%). El sector público aumentó 0,1%.

“Esto se explica por la recesión. Y porque la variable empleo registrado es la que tiene mayor costo adicional para las empresas (por la carga social, los aportes, etcétera). Si vemos el vaso medio lleno, no hay una destrucción del empleo acorde a la recesión, que es muy intensa. Lo que sí se ve, lamentablemente, es una precarización. Se destruye el empleo formal y se reemplaza por cuentapropismo o changas. Hay una destrucción de la calidad del empleo, pero no de su cantidad. El empleo no está cayendo a nivel agregado, pero sí el registrado formal”, dice Lorenzo Sigaut Gravina, jefe de la consultora Ecolatina.

Esta caída generalizada y este escenario crítico para el empleo formal, no impacta por igual en todos los rubros. Los que presentan una mayor caída son la construcción (-2,5% interanual, -1,1% mensual), la industria manufacturera (-4,2% interanual, -0,7% mensual) y el comercio (-1,5% interanual,-0,6% mensual). Por el contrario, la minería (+5,7% interanual, 0,6% mensual), la pesca (+5,1% interanual, +0,9% mensual) la ganadería y la agricultura (+1,2%, +0,3% mensual) permanecieron estables e incluso crecieron. “Los sectores transables tienen perspectivas más favorables, porque ven una salida en las exportaciones y en la sustitución de importaciones. La construcción y la industria dependen de la demanda interna, que está en caída. Y esperamos que la demanda interna siga anémica durante gran parte de 2019. No vamos a ver una recuperación pronto”, afirma Sigaut.

“Detrás de la construcción y la industria, está el consumo masivo de bienes durables y el retail. Todo eso se desplomó. Son el grupo de la muerte, donde más se siente la recesión y la falta de dinero. En cambio, no cae tanto el consumo de bienes de primera necesidad”, completa Ghidini.

Otros rubros excepcionales al crítico escenario, son la energía y los servicios informáticos. “Hay muchas diferencias por sectores industriales. Si bien la foto general es negativa, hoy hay sectores con pleno empleo, como el de servicios informáticos y software. Ahí se crean 10.000 puestos de trabajo por año y solo se cubre la mitad. También crean nuevos puestos de trabajo sectores como fintech, agroindustria, petróleo y energía”, dice Ghidini.

Por último, el informe también destaca la caída del salario real. El poder adquisitivo en 2018, es menor que en 2013 y prácticamente igual al de 2016. Y además, complementa los datos con los de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL). Según dicha encuesta, en noviembre de 2018 el empleo presentó una caída de 2% comparado con el mismo mes del año anterior, en todos los aglomerados urbanos.

La caída interanual del empleo afectó a empresas de distinto tamaño: entre 10 y 49 trabajadores (-2,5%), entre 50 y 199 (-1,9%) y de 200 trabajadores y más (-1,6%). Otro dato desalentador es que las expectativas empresarias para los siguientes tres meses arrojaron un valor negativo de 0,1%. Esto quiere decir que hay más empresas pensando en reducir su personal que en contratar más empleados. “En el primer trimestre de 2019, la foto va a ser muy parecida a la de ahora. Van a seguir siendo importantes las diferencias sectoriales. Recién a partir de abril podremos esperar una recuperación”, concluye Ghidini.

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