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Pese a los obstáculos globales, el G20 es una oportunidad para Macri

30 noviembre de 2018

Por Paula Etcheberry

La cumbre del G20 será uno de los eventos diplomáticos más importantes para Argentina. La decisión de realizar el foro internacional en Buenos Aires se tomó a principios de 2016, cuando Mauricio Macri recién había asumido la presidencia.

El contexto local cambió. El optimismo que generaron las primeras medidas de Macri en algunos sectores de la sociedad, hoy se diluyó por los efectos de una nueva crisis económica. En el escenario internacional, el retorno de líderes fuertes como Donald Trump y el recién electo Jair Bolsonaro, a la par de fenómenos como el Brexit, colocaron un interrogante sobre la globalización y la apertura comercial en el mundo. En estos contextos adversos, ¿puede traer el G20 un beneficio para Argentina y puede el Presidente presentarlo como un logro para su gestión?

La imagen del país

“El G20 puede contribuir a mejorar la imagen de Argentina ante el mundo. Tanto por la política exterior de apertura hacia el mundo del Gobierno Argentino, como por la necesidad de reconstruir credibilidad económica, es una valiosa oportunidad para el país en este momento”, indica el analista Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.

“Mostrarse con los líderes globales durante la cumbre puede tener efectos positivos en nuestra relación con el FMI. Esos países tienen poder de veto en el FMI, el Banco Mundial y otros organismos internacionales similares. También, puede apuntalar a la Argentina en los mercados financieros internacionales. Fue una estrategia astuta de Macri mostrarse como líder proglobalización y promercado, en un contexto en el que eso escasea en el mundo”, coincide el economista Ramiro Albrieu, investigador del Cedes.

Pero, para otros analistas, el cambio de contextos a nivel internacional y local genera dudas sobre el posible éxito de la cumbre para el Gobierno. “El G20 no lo perjudica a Macri. Pero es un contexto tan distinto y de las expectativas iniciales queda poco. El Gobierno está debilitado. El liderazgo de Macri en la región está condicionado por líderes como Bolsonaro y Andrés Manuel López Obrador. Macri quedó desdibujado por pedir ayuda al FMI. Y amenazado por una posible elección el año próximo contra CFK. En el mundo, el multilateralismo está condicionado por el Brexit y liderazgos como los de Trump o Recep Erdogan. Hay un retorno de líderes fuertes, y de estados nacionales como actores. El acuerdo con la Unión Europea está trabadísimo”, explica Sergio Berensztein.

Nuevo mundo

A este problema, se le agrega que muchos de los líderes de la cumbre están a punto de finalizar sus mandatos. “Hay muchos líderes de salida, como Temer, Merkel o May. Esto perjudica lo que se pueda lograr en términos de acuerdos”, explica Juan Negri, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.

Impacto electoral

Otra cuestión central es que los analistas dudan de que el G20 pueda canalizarse en un aumento del caudal electoral para Mauricio Macri en 2019. “No creo que el G20 perjudique al Gobierno. Pero sería prudente con respecto a los beneficios que pueda traer. En relación a la inserción de Argentina al mundo, el efecto es positivo y tiene que ver con una política muy clara del gobierno de revertir el aislamiento del Gobierno anterior. En eso al Gobierno le fue muy bien. Tuvo visitas de Angela Merkel, Barack Obama, ayuda del FMI y la colaboración de Trump. Hay sectores que miran con malos ojos a las potencias mundiales y al FMI. Pero esos sectores no votan a Macri. Los que valoran la inserción internacional, ya votaban desde antes a Cambiemos”, explica el analista internacional Walter Goobar.

Para algunos especialistas, el problema es que los temas que se discutirán en el G20 no se corresponden con las prioridades de la sociedad argentina hoy. “El Gobierno va a presentar esta cumbre como un triunfo pero, en realidad, no le modifica mucho la situación porque la gente quiere que genere efectos concretos sobre la economía real. El impacto de política real siempre es bajo en estas cumbres”, explica Negri. “La agenda de Argentina está un poco disociada de lo que se va a discutir en el G20. Al ciudadano común mucho no le cambia, porque no se van a discutir los temas que son su prioridad. Pero sí puede beneficiar al país indirectamente si se avanzan con grandes temas como la guerra comercial entre China y EE.UU.”, cierra Albrieu.

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