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El déficit primario se redujo 65% en términos reales en octubre

En los diez meses de 2018, el déficit primario fue de $169.901 millones: 1,2% del PIB versus 2,4% en igual periodo de 2017

16 noviembre de 2018

El Gobierno volvió a mostrar resultados positivos en el camino hacia el equilibrio fiscal primario y va despejando las dudas en materia del cumplimiento de sus metas en ese aspecto. Así se desprende de los resultados fiscales del mes de octubre, que anunciaron desde el Ministerio de Hacienda.

El reporte oficial consignó que el déficit primario del sector público no financiero fue de $16.586 millones contra $32.495 del año pasado. Es decir, bajó casi a la mitad (-48,9%), sin contar los efectos de la inflación. Calculado en pesos constantes, la reducción es aún más drástica: el déficit primario de octubre equivale, en términos reales, a una tercera parte del de hace un año (-65%). En octubre de 2017, el número ya había sido de por sí 47% menor que el de 2016.

La dinámica se da a partir de una brecha entre ingresos que crecen mucho más rápido que los gastos. Los recursos totales crecieron 45,6% interanual, a tono con la inflación, pero 15,3 puntos por encima de los gastos primarios que tuvieron un incremento de 30,4% (lo que implica una caída de 10 puntos en términos reales).

Los ingresos del mes que percibió el Estado fueron de $245.779 millones (la cifra es inferior a la recaudación que informa AFIP, porque parte de lo recaudado va automáticamente a las provincias).

La recaudación fue impulsada por los Derechos de Exportación (+296%), que incorporaron las nuevas retenciones fijas de $3-4 por dólar exportado; por el IVA (+58%) y Créditos y Débitos (+79%). En cambio, las cargas laborales subieron menos, con un tibio 24%.

“De todos modos, los ingresos no tributarios siguieron siendo más dinámicos (+131%) por mayores intereses cobrados por la prefinanciación del programa financiero de 2018, un crecimiento en las colocaciones del FGS (por ejemplo, préstamos a provincias y préstamos Anses) e ingresos de capital por ventas de terrenos y otros activos físicos. En total estos últimos contribuyeron con casi $ 1 de cada $ 5 que ingresaron a las arcas del sector público en lo que va del año”, explicaron desde la consultora LCG.

Por el lado del gasto ($262.365 millones), la baja en pesos constantes es del 10,3%. Prestaciones sociales (23,1%) y salarios públicos (20%) son algunos de los rubros que subieron muy por debajo de la inflación, mientras que los subsidios económicos saltaron un 79,1%: pese a que en años anteriores eran el motor de la baja del gasto, de la mano de una política tarifaria mucho más dura, la devaluación obligó a esfuerzos adicionales en este rubro para evitar un traslado completo a los usuarios del mayor costo energético.

En el acumulado anual, el déficit primario alcanza los $ 169.901 millones al incorporar el resultado de octubre, disminuyendo 33,3% en relación a igual período de 2017.

“El desequilibrio primario a octubre es apenas un 44% del total previsto”, reconocen en LCG, pero advierten que “a mejora de la situación fiscal sólo representa un alivio para enfrentar una carga de intereses más pesada como consecuencia de financiar un ajuste gradual del gasto público”.

En términos del PIB, el déficit primario hasta octubre inclusive equivale a 1,2%. En 2017, a esta altura, el acumulado ya significaba un 2,5% del PIB, más del doble.

Estos números confirman las aseveraciones de Nicolás Dujovne respecto a que el gobierno viene llevando adelante un programa estricto en materia de balance fiscal, al tiempo que pone en duda los cuestionamientos desde el liberalismo de que no hay ajustes de magnitud en marcha.

Al imputar el pago de intereses, el déficit total fue de $ 78.327 millones reflejando un aumento de 26,5% en relación a los $61.932 millones del año pasado. Motiva la suba, especialmente, el efecto devaluación, ya que los intereses son mayoritariamente sobre deuda denominada en moneda extranjera. Sin embargo, en términos reales, la cifra implica una reducción del desequilibrio financiero del 13,3%, ya que la variación fue muy por debajo de la inflación.

Así, como porcentaje del PIB, el déficit total a octubre es 3,4%, contra 4,1% que significaba a esta altura de 2017.

Algunos especialistas señalaron que los resultados fiscales podrían mostrar un deterioro en los últimos dos meses del año, por la liquidación de expedientes atrasados a proveedores que suelen ocurrir en el último tramo del año, sumado al aguinaldo y bono a estatales y el comienzo del pago compensatorio a las empresas de gas.

De todos modos, el Gobierno confía en sobrecumplir holgadamente la meta propuesta para este año (-2,7% de déficit primario) e incluso adelantar algunos gastos para facilitar la consecución de su objetivo central para el año próximo: cumplir el compromiso, asumido con el FMI, de alcanzar el equilibrio primario en las cuentas públicas, después de ocho años con valores en rojo.

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