En un proyecto de Presupuesto dominado por el ajuste en distintas áreas, el Ministerio de Salud y Desarrollo Social, que encabeza Carolina Stanley, es una de las carteras favorecidas. En términos relativos, por lo menos. Decisión que parece acompañar el mayor protagonismo político de la ministra y la necesidad de “contener” socialmente en un contexto de números adversos en términos económicos.
Salud y Desarrollo Social recibirá un incremento del 34,2% en la asignación de partida para el año próximo. Cerca de 11 puntos por encima de la inflación que pronostica el Gobierno. Más atrás aparece el Ministerio de Educación que encabeza Alejandro Finocchiaro, y que sumó la antiguas áreas ministerios de Ciencia y Tecnología y de Cultura. En este caso, el aumento estará apenas por encima del nivel proyecto de inflación: 23,6%. De todos modos, en los dos casos están por debajo del 48,8% de incremento que se prevé en términos de deuda pública.
Entre las áreas desfavorecidas aparecen la de Hacienda, a cargo de Nicolás Dujovne, que dio a conocer ayer los números proyectados y Transporte, que encabeza Guillermo Dietrich.
“La inflación más alta de lo esperado es el peor impuesto para las familias vulnerables”, reconoció Stanley el fin de semana. Ayer encabezó ayer el Consejo Federal de Salud, que reúne a los ministros del área del país. Con ella estuvo Adolfo Rubinstein, flamante secretario de Salud
